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Mick Jagger y Keith Richards colaboran con el pianista

Jerry Lee Lewis cumple 75 años y lanza su álbum Mean Old Man
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Jerry Lee Lewis, uno de los cuatro reyes del rocanrolFoto Archivo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de septiembre de 2010, p. a10

Nueva York, 28 de septiembre. Jerry Lee Lewis es uno de los roqueros más salvajes, pero también uno de los más miedosos. De adolescente huyó cuando tuvo que interpretar el himno My God Is Real en el instituto bíblico de Waxahachie (Texas). Ahí acabó su incipiente carrera de organista o sacerdote. Y lo que es peor: desde entonces, el pianista y cantante afirma, según colegas, que su música condena al infierno tanto a él como a su público. Mañana cumple 75 años.

Es considerado uno de los cuatro reyes del rocanrol, junto a Elvis Presley, Chuck Berry y Little Rochard. Elvis fue el más grande, yo fui el mejor, le gusta decir a Jerry Lee.

El rock de Lewis es una mezcla salvaje de jazz, country, R/B y boogie. Fue uno de los primeros que consiguieron entrar al Salón de la Fama del Rocanrol, y en 2008 siguió el Salón de la Fama Hit Parade. La revista Rolling Stone lo situó en el número 24 de su lista de los cien más grandes artistas de todos los tiempos.

A comienzos de septiembre, poco antes de su cumpleaños 75, Lewis presentó nuevo álbum, Mean Old Man, con el que pone de manifiesto que puede seguir aporreando el piano como lo hacía en los años 50. Entonces tocaba por un par de peniques en los humeantes bares de Ferriday y Natchez, en Misisipi. Ya entonces lo llamaban killer, apodo que al parecer ya le había puesto su devota madre. Y a lo largo de los años Lewis hizo honor a su apelativo.

Pocas vidas de roqueros están tan marcadas por las drogas, la violencia, el sexo, las deudas y la muerte como la de Jerry Lee Lewis, hijo de un fundamentalista cristiano. Es famoso por cancelar conciertos en el último minuto y ha pagado multas como ningún otro. Si no le gusta, al cabo de media hora deja de tocar, pero si está de buen humor, puede hacerlo tres horas sin pausa.

También se le conoce por tocar de pie, sentarse sobre el piano o incluso ponerse encima de él. Destaca su tema Whole Lotta Shakin’ Going On, que también podría ser el lema de su vida. En varios conciertos en vivo, Jerry Lee Lewis quemó el piano tras la actuación.

Su vida privada no fue más tranquila que sobre los escenarios. Pasó por seis matrimonios, el primero a los 16 años. Con la mayoría de edad fue padre, pero ya con su segunda mujer. Su tercer matrimonio casi acaba con su carrera profesional: tenía 22 años y se casó con su prima segunda Myra Gale Bown, de 13. Y en Estados Unidos el asunto no cayó bien.

Durante una gira en Reino Unido, un periodista insistió en el tema, por lo que Jerry Lee Lewis enfrentó una tormenta de indignación y salió corriendo. Tras su matrimonio con Myra nunca logró situarse entre los primeros 20 de las listas estadunidenses.

Destino marcado por la muerte

El hijo de ese matrimonio se ahogó en una piscina en 1962, cuando tenía tres años. Lo mismo le sucedió a Jerry con su esposa número cuatro: su hijo de 19 años murió en 1973 en un accidente automovilístico, y su quinta mujer falleció en 1986 de sobredosis de heroína. La vida de Lewis fue llevada al cine ese año en Great Balls of Fire, filme protagonizado por Dennis Quaid.

En su producción discográfica más reciente, Mean Old Man, colabora, entre otros, con Mick Jagger, Keith Richards, Tim McGraw, Wiullie Nelson, Robbie Robertson y Sherlyl Crow.

En el disco anterior, Last an Standing (2006), también participaron Bruce Springsteen, Neil Young, Toby Keith, Kid Rock, Rod Stewart y Eric Clapton.