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No puede enfocarse sólo en retener el poder en 2012, dice el priísta

Superar intereses de partido, demanda Rojas al Presidente
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El diputado Francisco Rojas Gutiérrez, durante la entrevista con La JornadaFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de septiembre de 2010, p. 5

El pacto al que convocó el PRI al gobierno federal puede ser viable si en el Congreso, pero sobre todo desde el Ejecutivo, se superan los intereses de partido y la rentabilidad de los votos, sostiene el coordinador de los diputados federales priístas, Francisco Rojas Gutiérrez. Por ejemplo, señala, el esfuerzo del Presidente de la República no puede enfocarse sólo en retener el poder en 2012.

En entrevista con La Jornada, Rojas considera que desde Los Pinos opera una ambivalencia, porque mientras se acepta la oferta del tricolor a un diálogo, por otra parte Felipe Calderón no ha superado la etapa de candidato ganador en 2006 a presidente de todos los mexicanos, no sólo del PAN, y endereza los ataques al PRI.

–¿Hacia dónde se enfocará la política del PRI en este periodo?

–Las circunstancias del país nos marcan prioridades. Primero, la necesidad de respaldar a los miles de damnificados por las lluvias, que están vivos pero no tienen nada. Y lo inmediato es que tengan trabajo y con qué comer.

“Enseguida, queremos definir las reglas sobre las cuales descansa la operación del presupuesto; que sean más equitativas y permitan ejercerlo, porque no queremos que no se gaste.

“Este año se resintió una astringencia de recursos por las elecciones y luego Hacienda decretó que el ejercicio del presupuesto se cerraba el 10 de septiembre, aunque ya rectificó y lo cerrará el 15 de octubre.

“También queremos acotar que las delegaciones de las dependencias federales no se entreguen a candidatos del PAN que perdieron elecciones, sino las personas que tengan perfiles adecuados. Otro tercer bloque de acciones inmediatas, aunque buscan objetivos de largo plazo, es cómo impulsar la iniciativa sobre la obligatoriedad de la educación media y superior.

“Queremos impulsar un fondo de cohesión social a las 2 mil o 2 mil 500 localidades más pobres del país, y cambiar la concepción de una política social donde no sea la dádiva la que impere, sino sea la fuerza social la que tome productivamente los apoyos.

Vamos a poner mucho en reducir el gasto superfluo, porque cuando tenemos tantas carencias en inversión, no se puede mantener un gasto corriente tan alto.

–El gobierno federal ha insistido en que este año se vote su iniciativa de reforma laboral.

–El PRI presentará una en la que ha trabajado durante los meses de receso. Convocamos a foros con trabajadores, empresarios, académicos y abogados, y es muy probable que tengamos lista la iniciativa en dos o tres semanas.

Esto es muy importante, porque en la del PAN hay puntos intransitables, como la supresión de la autonomía e independencia sindicales. Siempre hemos estado comprometidos con las mejores luchas de los trabajadores y no vamos a permitir, y menos a proponer, que haya cambios inadecuados en esta materia.

–¿Cómo dar viabilidad al llamado del PRI a la unidad?

–Lo que tratamos es de conciliar los intereses de todas las fuerzas políticas. Nos interesa la conciliación, pero de los intereses de toda la sociedad mexicana; eso no hay que olvidarlo, porque a veces parece el capricho de un partido o de otro.

En ese contexto es en el que debemos trabajar y en nada ayudan los excesos que solemos cometer aquí. Hay que reconocer que no todas las cosas se hacen bien, pero también el debilitamiento y las descalificaciones del Congreso que vienen desde fuera. Porque esto lo único que provoca es debilitar a una de las grandes instituciones de este país, que hace guardar los equilibrios. Y denostarlo sólo es una convocatoria al autoritarismo.

–¿Es posible bajar un punto del IVA?

–Es un acuerdo que tomamos en la plenaria.Fue un acuerdo de los diputados que haríamos esta reducción. Estamos en el análisis de todo este acuerdo. Ésa es nuestra intención. Pero como les decía, ahora que estuvimos en Ixtapan no había pasado la emergencia. Entonces nosotros tenemos que ver aquí con toda objetividad si todo esto es viable.

Cuando se analiza un presupuesto de 3.3 billones de pesos, y se habla de una reducción de 30 mil millones, francamente la importancia es absolutamente nada, pequeña. Pero 30 mil millones de pesos para los damnificados puede ser todo.

–Sin embargo, para el Revolucionario Institucional es muy atractivo por los votos.

–Lo discutimos en Ixtapan y en ese momento llegamos a esa conclusión que está aquí, en nuestra agenda legislativa, y nadie la desconoce. Es un acuerdo de todos los diputados y vamos a cumplirlo en los términos de las circunstancias. Tenemos que ir ajustándonos a las realidades que enfrentamos.

Y esto sí en términos de dejar o no de pensar en cuestiones de tipo personal, sino en cómo expresamos nuestra solidaridad en términos reales con los que ya no tienen nada. En fin, es un asunto muy delicado, muy complejo, y que exploraremos en todas sus aristas.

–¿Qué esperan de la relación con el Ejecutivo ante la andanada electoral contra opositores?

–Pareciera haber una bipolaridad: el Presidente de la República nos hace un llamado a la unidad, que debe ser atendido porque, ¿quién auténticamente mexicano va a estar en desacuerdo? Pero se empieza a construir por un lado esto y de repente resulta que hay un exhorto a ir en contra del PRI.

Ahí hay una ambivalencia donde vamos a tener que clarificar adecuadamente esta relación, ponernos de acuerdo. Entiendo perfectamente que Acción Nacional quiera conservar el poder, como que nosotros lo quisiéramos tener o seguramente el PRD y los demás partidos de izquierda, porque eso es muy legítimo, es el juego democrático.

–¿Ve a un presidente en elector y en factótum en favor del Partido Acción Nacional?

–Entiendo la posición de un presidente, con su ideología, forma de hacer las cosas y de defender sus triunfos. Eso es absolutamente legítimo.

Lo que estaría en duda es si todo eso debe ser aplicado a mantener el poder. No tenemos por qué verle sólo esa parte del aspecto político preferencial, sino lo ajeno a las ganancias políticas, concluye.