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Abrirán la muestra El tiempo también pinta, a 11 años de la muerte del artista

Reivindicar a Gironella dentro del arte nacional, pide su hijo

La academia y la crítica tienen una deuda con mi padre, asegura Emiliano Gironella Parra

Espejean obras del pintor con una exposición de trabajos fotográficos de Héctor García

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Emiliano Gironella Parra, junto a algunas obras de su padre incluidas en la exposición que mañana se inaugura en la Galería OMR, durante la entrevista con La JornadaFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de septiembre de 2010, p. 3

Estudiar y definir el lugar que la obra de Alberto Gironella ocupa dentro del arte contemporáneo en México es uno de los grandes pendientes que el ámbito académico tiene con ese artista plástico, a 11 años de su fallecimiento.

Otra deuda por saldar es la de la crítica especializada, la cual se mantuvo distante al abordar el trabajo de ese creador, debido a lo temperamental de su carácter.

Así lo sostiene su hijo Emiliano Gironella Parra, quien considera que la exposición El tiempo también pinta, la cual será inaugurada este sábado en la Galería OMR, puede ser buen punto de partida para dimensionar la importancia de este creador dentro del arte nacional, además de permitir que las nuevas generaciones lo descubran.

Se trata de la muestra más relevante que se ha montado sobre Alberto Gironella desde aquella que fue presentada en 2003 en el Palacio de Bellas Artes, como parte del homenaje nacional que se le rindió a cuatro años de su muerte.

Es un esfuerzo más que se hace en este país desmemoriado para decir: aquí está Alberto Gironella, subraya el también artista plástico, hijo asimismo de la pintora Carmen Parra.

“Espero que esta muestra permita un diálogo con la crítica; también, que salgan estudiosos de su obra; me parece muy poco académico que sea la propia familia la promotora del trabajo de un artista.

Debe haber un acercamiento de la academia y de los curadores a la obra de mi padre, y esta exposición es un paso muy claro para acercar a los curadores contemporáneos a su quehacer.

Un irreverente

En entrevista con La Jornada, Emiliano Gironella Parra reconoce que la lejanía de los críticos hacia el trabajo del fallecido creador responde en mucho a lo difícil de su personalidad, no a la falta de interés.

“Mi padre nunca fue tocado por los críticos, porque les contestaba y les mentaba la madre a todos; igual en el mundo del mercado era una gente irreverente. Como hijo me es muy difícil decirlo, pero Alberto Gironella fue el primero en muchas cosas que ahorita están en boga. Por ejemplo, hizo la primera instalación en el Palacio de Bellas Artes, en 1972; él empezó el arte objeto en los años 60, y no tiene sitio en ninguna retrospectiva de arte contemporáneo mexicano.

“Es decir, como que todavía no le agarran por dónde. No tiene un sentido claro en el contexto del arte contemporáneo en México, y creo que este esfuerzo que hace (la galería) OMR –que tiene una vinculación de punta de flecha con el arte contemporáneo– es muy claro también para entrar por ese camino, que una cosa es la academia y otra el mercado.

“Mi padre –prosigue Emiliano Gironella– no ha sido estudiado por la parte curatorial de este país para darle el sitio donde debe estar.

No hay un crítico de su quehacer ni un estudioso ni un marco de referencia. Que su trabajo esté ahora en esta galería le dará otra validez. Espero que la muestra acerque a los curadores.

Integrada por 35 piezas, entre ellas las famosas cajas arte-objeto conocidas como potlach, que Alberto Gironella realizó en homenaje a Octavio Paz, Pablo Picasso, Ramón María del Valle-Inclán y Emiliano Zapata, El tiempo también pinta fue concebida para mostrar en gran medida lo más representativo de este autor, al presentar creaciones de diferentes épocas, si bien no es una retrospectiva en forma.

Bocado de cardenal

“Como dicen en la gastronomía: es bocado de cardenal. Se buscó que hubiera de todo; está su relación con Luis Buñuel, Madonna, Velázquez y sus grandes fantasmas, como Malcom Lowry, quien era su alter ego”, apunta Emiliano Gironella, quien subraya cómo la muestra da cuenta de un aspecto poco difundido de su padre: la relación de amistad y trabajo que sostuvo con el fotógrafo Héctor García.

Ello, no sólo porque se exhiben varias obras elaboradas por ese artista a partir de la intervención de una serie de imágenes tomadas por el fotógrafo, sino porque la Galería OMR presentará de forma paralela la exposición Nuestra señora sociedad, integrada por una veintena de gráficas debidas a la lente de Héctor García.

Ambas muestras serán inauguradas el sábado, en la víspera del que sería el 81 cumpleaños de Alberto Gironella.

(La Galería OMR está ubicada en Plaza Río de Janeiro 54, esquina Durango, colonia Roma.)