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La actriz es valiente, se tira sin red, vuela muy alto, afirmó Javier Bardem

Reconoce San Sebastián a Julia Roberts con el Premio Donostia

Es extraño ser apreciada por algo que no controlo, señaló al recibir el galardón

Tiene la versatilidad de tocar todos los géneros, dijo el español, con quien coprotagoniza Come, reza, ama

 
Periódico La Jornada
Martes 21 de septiembre de 2010, p. 8

San Sebastián/ Madrid, 20 de septiembre. Se conocieron en el rodaje de Come, reza, ama, y de allí, según declaran ambos, surgió una amistad para toda la vida. Por eso, nadie mejor que Javier Bardem para ejercer de anfitrión en uno de los momentos más esperados del Festival de San Sebastián: la entrega del Premio Donostia a Julia Roberts.

“Da igual que se trate de un drama, una comedia romántica o un thriller, Julia Roberts siempre acaba explorando cada faceta de cualquier género”, señaló ante un auditorio abarrotado el ganador del Óscar por Sin lugar para los débiles. Que alguien tenga la versatilidad de tocar todos los géneros es muy raro. Julia Roberts lo hace en Come, reza, ama, y lo borda. Me maravilla su capacidad de transitar por todo tipo de emociones, añadió Bardem.

En el más reciente trabajo del cineasta Ryan Murphy (Glee), que se presentó hoy en la sección oficial fuera de concurso, Roberts da vida a la escritora estadunidense Liz Gilbert en su viaje iniciático por Roma, India y Bali en busca de los placeres de la vida, la meditación y el equilibrio personal. En esta última etapa conoce al brasileño Felipe, interpretado por Bardem, quien la hará enfrentarse a sus miedos y al fantasma de su divorcio.

Versatilidad y arrojo

Julia Roberts es una compañera valiente que se tira sin red y vuela muy alto, dijo Bardem. Trabajar al lado de la protagonista de Mujer bonita ha sido uno de los viajes más divertidos y creativos como actor”, pues como colega Roberts no sólo es muy generosa y divertida, sino que su comportamiento en el set te recuerda una de las claves de nuestra profesión: disfrutarla.

Enfundada en un elegante vestido negro y sobre unos tacones de vértigo, una sonriente Julia Roberts recogió el Premio Donostia de manos de Bardem, dándole un fuerte abrazo. Bardem es magnífico no sólo como persona, sino también como compañero, y lo quiero muchísimo, dijo emocionada la actriz.

Sin dejar de sonreír y entre los alborotados aplausos de la audiencia, Roberts confesó que San Sebastián es la ciudad más entusiasta en la que ha estado y, en un precario castellano, agradeció desde el corazón que se le otorgue este reconocimiento a su trayectoria profesional.

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Julia Roberts agradeció desde el corazón que se le otorgue el reconocimiento a su trayectoria profesionalFoto Ap

La actriz se suma así a una larga lista de galardonados con el Premio Donostia, entre los que figuran divas del celuloide como Bette Davis, Lauren Bacall o Catherine Deneuve, maestros de la cámara como Francis Ford Coppola y Woody Allen y pesos pesados de la interpretación como Robert de Niro, Robert Mitchum y Anthony Hopkins.

Desde su aparición en la comedia juvenil Mystic Pizza (1988), Julia Roberts ha protagonizado algunos de los títulos más taquilleros de las dos últimas décadas: fue Campanita en Garfio, recibió su primera nominación al Óscar por Magnolias de acero, indagó en los más oscuros entresijos de la justicia en El informe pelícano y en 2000 se alzó con el Óscar como mejor actriz por Erin Brockovich.

A sus 42 años, con tres hijos y casada con Daniel Moder, la actriz agradeció a su marido que después de un largo paréntesis la animara a hacer Come, reza, ama. Gracias por hacerme brillar cada día como la mejor versión de mí misma, señaló.

Antes, en conferencia de prensa, Roberts respondió bromeando a cuestiones sobre su famosa sonrisa, sus papeles de mujer que enamora a los hombres o el apelativo de novia de América (Estados Unidos); incluso recibió la tradicional txapela o boina negra vasca (que no se probó) de manos de un admirador.

Es extraño ser apreciada por algo que no es una habilidad, por algo que no controlo para nada; la gente me pregunta ¿de dónde viene? ¡Pues de mis padres!, comentó la actriz, quien consideró que en su carrera ha habido diversidad y que no se siente encasillada.

Por su parte, Bardem, de 41 años, Palma de Oro al mejor actor en Cannes este año por Biutiful, del mexicano Alejandro González Iñárritu, anunció que rodará a partir de octubre con el director estadunidense Terrence Malick.

Soy uno de los pocos privilegiados en el mundo de rodar con este maestro, poeta visual, humanista, cineasta que está muy enfocado en la humanidad de los personajes, dijo del director de La delgada línea roja, antes de añadir que apenas conoce el contenido del filme.