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Villarreal Barragán operaba en ocho estados, señala el vocero

Nuevo y contundente golpe al crimen organizado, asegura Poiré
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de septiembre de 2010, p. 5

La captura de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, es un nuevo y contundente golpe del gobierno federal al crimen organizado, sostuvo ayer el secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré.

Al dar lectura a un breve mensaje, el vocero en materia de seguridad destacó que dada la alta peligrosidad y jerarquía de Villarreal Barragán dentro de la organización criminal de los Beltrán Leyva, una de las más extendidas del país, su aprehensión debilita profundamente a dicho grupo.

Desde Los Pinos, Alejandro Poiré destacó que El Grande fue detenido cerca de las 13:45 horas cuando salía de una residencia ubicada en el fraccionamiento Puerta de Hierro, en la ciudad de Puebla.

En el mismo operativo, en el que participaron 50 efectivos de la Marina, fueron detenidos Jesús Enrique Jurado Torres y Ramiro Cisneros Aguirre, a quienes se decomisaron varios vehículos, tres de ellos blindados, además de armamento y municiones de diverso calibre.

Los tres aprehendidos fueron trasladados a la ciudad de México, donde Villarreal Barragán tiene una orden de aprehensión por delincuencia organizada e ilícitos contra la salud.

Poiré informó que El Grande operaba en los estados de México, Guerrero, Nuevo León, Puebla, Sonora, Sinaloa, Quintana Roo y Morelos, y está relacionado con siete averiguaciones previas de la Procuraduría General de la República (PGR).

“La Secretaría de Marina dio un nuevo golpe al crimen organizado al detener a Sergio Villarreal, quien era el principal operador de la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva y tenía un nivel jerárquico equivalente a Édgar Valdez, La Barbie”, afirmó Poiré.

El funcionario agregó que es convicción del gobierno que la lucha por la seguridad debe abordarse desde un enfoque integral, que comprenda el fortalecimiento institucional, incentive la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno y los tres poderes de la Unión con la sociedad civil, y promueva las tareas de prevención del delito y las adicciones.

En este marco, representa un eje central de la estrategia de seguridad el debilitamiento y desarticulación de las organizaciones criminales, como un elemento fundamental para combatir los delitos que más agravian a las familias mexicanas, como son el homicidio, el secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas, apuntó Poiré.

Villarreal Barragán fue señalado por el también recién capturado Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, de ser responsable de los homicidios de sicarios y policías en el estado de Morelos, después de la muerte de Arturo Beltrán Leyva.

En un operativo quirúrgico, que contrastó con la forma violenta en que murieron los presuntos narcotraficantes Arturo Beltrán, en diciembre pasado, e Ignacio Coronel, hace unas semanas, a manos de elementos de elite de la Armada de México y del Ejército, Villarreal Barragán fue capturado –junto con tres de sus hombres–, al igual que La Barbie, sin que se disparara un solo tiro.

La Barbie y El Grande eran los principales lugartenientes Arturo Beltrán, pero al caer abatido por los marinos, Héctor Beltrán Leyva, El H, heredero del cártel, acusó al primero de haber traicionado a su hermano.

De acuerdo con fuentes oficiales, las posiciones fueron irreconciliables, al grado de que La Barbie declaró después de su detención que El Grande era el responsable de los asesinatos violentos que sacudieron al estado de Morelos en represalia de la muerte de El Jefe de Jefes.

En marzo pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, agregó a Villarreal Barragán a la lista de narcotraficantes extranjeros sujetos a sanciones según la denominada Kingpin Act.

En una carta enviada a diversos comités del Senado y la Cámara de Representantes, Obama incluyó a El Grande, El King Kong o El Come Niño, junto con otros cuatro presuntos capos –dos afganos, un guineano y otro de Mozambique– en la lista de narcotraficantes especialmente designados, con lo que fueron congelados todos sus activos bajo jurisdicción de Estados Unidos.

Por su parte, la Procuraduría General de la República ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcionara datos para capturar a Villarreal Barragán.

Ésa es la cantidad más alta que ofrece el gobierno mexicano por información relacionada con los líderes de los principales cárteles del narcotráfico que hay en el país.