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Rivera, Orozco y Siqueiros no fundaron el movimiento: Guillermina Guadarrama, curadora

Dan a conocer el catálogo de la muestra Pioneros del muralismo

Dr. Atl, Guerrero, Montenegro, Revueltas, Leal y Mérida, entre otros, los verdaderos iniciadores, a quienes los protagonistas más conocidos apagaron los focos, señala Alberto Argüello

Foto
Nadadora número 13, sin fecha, de Dr. AtlFoto Tomada del catálogo
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de septiembre de 2010, p. 2

Los tres grandes del muralismo –Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco– no son los fundadores de ese movimiento artístico que alcanzó reconocimiento mundial el siglo pasado. Son los más conocidos, los que hicieron más alharaca, pero les antecedió un grupo más discreto cuyas aportaciones, sin embargo, fueron fundamentales para el surgimiento de la llamada escuela mexicana de pintura.

El crédito de fundadores del muralismo mexicano corresponde a pintores como Roberto Montenegro, Xavier Guerrero, Gerardo Murillo (Dr. Atl), Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Jean Charloty, Fernando Leal y Carlos Mérida. Documentar el hecho y hacer el debido reconocimiento es el propósito de la exposición Pioneros del muralismo: la vanguardia, que tiene lugar en el Museo Mural Diego Rivera, y cuyo catálogo fue presentado ayer con la participación del crítico Alberto Híjar, Guillermina Guadarrama (investigadora del tema y curadora de la muestra), Carmen Gaytán (directora del recinto y moderadora de la presentación) y el investigador Alberto Argüello.

Rivera, Orozco y Siqueiros –expuso Híjar– se asumieron como responsables del movimiento cuando en realidad forman parte de una masa de iniciados o de iniciadores, que aportaron cada uno a su manera y con sus propias posibilidades lo que pudieron para construir una tendencia y con ella una posibilidad histórica nueva.

Tanto la exposición como el catálogo muestran una dimensión del muralismo usualmente no promovida, no investigada, sino como la parte menor de un movimiento tan importante.

Lo que hace Guadarrama, es dar cuenta de quienes formaron parte de manera discreta del movimiento, pero no por ello dejan de tener una gran importancia histórica; mal haríamos en ocuparnos sólo de aquellos que fueron más vistosos o escandalosos.

La aportación de estos pioneros no fue sólo técnica, sino también temática, esto significa una discusión de fondo sobre la construcción ideológica de la Revolución Mexicana.

No obstante, Alberto Híjar criticó el diseño de la portada del catálogo (publicado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), que da la impresión de ser una libreta antigua forrada con ese papel que yo utilizaba en mi curso de encuadernación de la secundaria, y señaló que en el ensayo de Guadarrama incluido en el volumen falta una caracterización más puntual del concepto de vanguardia.

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Morelos niño, 1950, de Ramón Alva de la CanalFoto Tomada del catálogo

En su intervención, Guadarrama sostuvo que en este 2010 es importante decir que no fueron Rivera, Orozco y Siqueiros los únicos muralistas y, sobre todo, ni crearon este imaginario que después ellos iban a estar reiterando.

Alberto Argüello resaltó en su turno la tenacidad de la curadora, quien mediante del estudio exhaustivo de archivos y memorias, testimonios y vestigios, la entrevista con coleccionistas ha reivindicado a artistas y obras que habían sido relegados por el paso y el peso de los protagonistas más conocidos de la plástica monumental que se ocuparon, por propia conveniencia, de apagar los focos que iluminaban a esos pioneros.

Luego de hacer una relación del ambiente cultural y de las circunstancias sociales y políticas en que surgieron y trabajaron los mencionados pioneros, el investigador dio que “ignorar o pasar por alto estos hechos, no sólo es indignante, sino injusto.

“Para revertir esto sirve la investigación; los consagrados, los que detentan el poder (en la historia del arte mexicano) y la fama, también les acomoda esa frase, hoy tristemente célebre, de haiga sido como haiga sido.

“Cuando se rastrea a cabalidad, como lo hizo en su materia la maestra Guadarrama, los encumbrados, los ‘grandes’, como les llama Alva de la Canal, pasan a ocupar el sitio que justamente les corresponde.”

Pioneros del muralismo, integrada por 175 piezas (fotografías, bocetos, dibujos y documentos varios), fue inaugurada en mayo pasado y concluye el próximo 12 de septiembre.

Además del ensayo de Guillermina Guadarrama, el catálogo incluye el texto de Carmen Gaytán La vanguardia en la educación, donde recuerda que el movimiento del muralismo fue el germen de un proyecto educativo y con ello logró que México aportara una manifestación de vanguardia al mundo, llegando a consolidarse como un arte americano que se proyectó más allá de nuestro continente.

(El Museo Mural Diego Rivera, que resguarda el conocido mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, se encuentra en la esquina de Balderas y Colón, en la estación del Metro Hidalgo.)