A Édgar Sosa los boxeadores filipinos no le traen buenos pensamientos: perdió el título mundial por un cabezazo de Rodel Mayol, enfrentará a Ryan Bito por el campeonato internacional en su campaña de regreso a un cetro del orbe y considera que Manny Pacquiao le resta credibilidad al pugilismo.

Y lo que antes era un clásico boxístico México-Puerto Rico, ahora Sosa observa que la rivalidad es contra Filipinas.

Últimamente se han dado muchas peleas contra ellos y siempre surge mucha expectación en el público, aunque luego se dan malas e injustas decisiones, dice el púgil capitalino al recordar el cabezazo de Mayol y otras contiendas que involucran a peleadores del país asiático.

Habla del caso Pacquiao, máxima atracción del pugilismo en la actualidad, quien empezó en divisiones pequeñas y ahora vence en las llamadas grandes.

“Como aficionado hay cosas en las que uno piensa –apunta Sosa–. Él empezó en peso mosca, como yo, y ahora anda en wélter y se impone a peleadores físicamente más grandes y más fuertes. Entonces hay cosillas en las que uno se pone a pensar y creo que eso sí afecta la credibilidad del boxeo”.

Por eso, el pugilista capitalino quiere dar certidumbre a su carrera y se defiende de las críticas por sus dos recientes contiendas, luego del receso que tuvo por el testarazo de Mayol y las placas de titanio que le pusieron en el rostro.

Yo sigo creyendo en mí. Tuve dos peleas de un nivel mediano, pero a la gente debe quedarle claro que vengo de una lesión y debo de ir paso a paso, porque con apresuramientos las carreras se truncan, expresó.

Dijo estar comprometido para demostrar que hay Édgar Sosa para rato, en su contienda del 11 de septiembre en la plaza México.