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Así lo permitirían el cambio del tablero electrónico y contar con una iPad cada uno

En el Congreso virtual, los legisladores solamente estarían presentes para votar

Se busca cambiar la lógica de asistencia; los diputados podrán prevotar desde cualquier sitio

 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de agosto de 2010, p. 5

El gasto de 120 millones de pesos para la sustitución del tablero electrónico de la Cámara de Diputados –incluidos 5 millones 180 mil pesos para una iPad a cada uno de los 500 legisladores, para los 17 asientos de la mesa directiva y una en la tribuna– surge de una iniciativa del PRI para establecer en México un Congreso virtual, que permitiría a los representantes populares flexibilizar al máximo su asistencia al salón de sesiones y al trabajo en comisiones: sólo se presentarían a votar.

En mayo, en la Comisión Permanente, el vicecoordinador del Partido Revolucionario Institucional en San Lázaro, Jorge Carlos Ramírez Marín, presentó el proyecto –en coautoría con Roberto Albores Gleason–, que pretende “cambiar la lógica de asistencia de los diputados a las sesiones y debate entre éstos, al permitirles prevotar desde cualquier lugar, incluso de manera electrónica, y estar ‘conectados’ al proceso legislativo las 24 horas del día”.

La intención es que puedan seguir el desarrollo de las sesiones sin estar en el salón o en comisiones, o incluso desde fuera de la Cámara, de la ciudad o del país. Todo, desde su iPad, y recibir iniciativas u opinar de éstas en las redes como Twitter o Facebook.

Sin embargo, la iniciativa no incluye una modificación al artículo 45 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso, donde se define que senadores y diputados asistirán “a todas las sesiones desde el principio hasta el fin de éstas…”, y que se considerará ausente de una sesión al miembro de la Cámara que no esté presente al pasarse lista o en caso de falta de quórum; si después de ella hubiere alguna votación nominal y no se encontrare presente, también se considerará como faltante.

En entrevista, Ramírez Marín sostuvo que no se trata de auspiciar el ausentismo entre los legisladores, que tiene su caso más emblemático en el dirigente del Panal, Jorge Kahwagi Macari, quien sólo asistió una de las 31 sesiones del periodo ordinario pasado, pasó lista y se fue.

Los diputados tendrían que estar presentes en las votaciones, y sus electores podrían estar comunicados con ellos, directamente a su curul, refirió.

Sostuvo que el gasto se justifica porque se trata de una inversión a largo plazo que sustituiría a la Gaceta Parlamentaria impresa, al enviar a los diputados iniciativas, dictámenes y oficios a sus tablillas inalámbricas. Cada año, dijo, la Cámara gasta 40 millones de pesos en papel.

El proyecto considera el diseño, creación y puesta en operación de la plataforma tecnológica e-Congreso, para que además de prevotar –figura que no existe en la reglamentación de ambas cámaras–, los diputados puedan tener acceso “a una auténtica ‘red legislativa virtual’, donde cualquier diputado pueda interactuar con otros, con las comisiones, su estaf o el de otros legisladores, los centros de estudio de la Cámara e inclusive con los ciudadanos”.

Ramírez Marín afirmó que fue la secretaría general, a cargo de Guillermo Haro, la que propuso el monto de 120 millones de pesos para la digitalización de los trabajos en la Cámara de Diputados, que incluye la sistematización de iniciativas y todos los documentos, por lo cual revisará si ese monto ocuparía la modernización y modificación del tablero de votación, así como la compra de las computadoras y las licencias del software.

El legislador priísta sostuvo que no se ha hablado de comprar iPads a los diputados. Sin embargo, en la iniciativa que él presentó primero se propone que entre las características generales de los dispositivos móviles y el software necesarios para la conectividad de los diputados están la habilitación de software para lectura de documentos tipo libro electrónico o e-Book, y que puedan, desde sus curules, presentar sus propuestas “a través de un control inalámbrico y de un tablero/monitor con tecnología sensible al tacto (touch screen) instalado” en sus asientos en el salón.

Enseguida, enlista el equipo a instalarse en el salón de sesiones: “Dos pantallas gigantes de 200 pulgadas para la proyección de presentaciones, videos y documentos de forma inalámbrica desde las curules; equipos de proyección de datos, audio y video; 500 monitores touch screen (tipo iPad), de 17 pulgadas, para cada una de las curules de los legisladores; puertos USB; 10 monitores touch screen de 17 pulgadas para la mesa directiva, y un monitor touch screen de 21 pulgadas para la tribuna.