En México no es posible hablar del tiempo en singular. Es necesario convertir ese concepto en plural para comprender lo que significa el ser mexicano. Este es apenas el hilo para jalar de la madeja que plantea el libro Tiempos mexicanos, de la investigadora Guadalupe Valencia García.

El volumen, publicado por la editorial Sequitur, reúne seis ensayos: dos individuales y el resto en coautoría con otros investigadores, acerca de la peculiar visión que tenemos del tiempo.

Hablar de esos tiempos implica ampliar la perspectiva: dejar que hable el tiempo de los nahuas de Milpa Alta, el del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, la Resistencia Civil Pacífica o los procesos de construcción del tiempo.

Memorias y tiempos invisibilizados desde el poder pero visibles desde otras perspectivas, que están vivitos y actuantes. Son tiempos pasados, pero no caducados que hoy se aparecen en las demandas, en las prácticas, las expresiones, los discursos de muchos actores sociales, explica la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en entrevista con La Jornada.

“De entrada –prosigue Guadalupe Valencia– elegí hablar del tiempo en plural, de tiempos mexicanos porque la idea que atraviesa los seis capítulos del libro es que no podemos hablar de un tiempo sino de tiempos, que el tiempo siempre tendría que verse en términos plurales, de multiplicidad temporal. Son trabajos diversos pero están de alguna manera atravesados por esta hipótesis teórica de que no es un tiempo sino muchos tiempos.”

–¿Cuál es el tiempo que vivimos en el país?

–Se ha querido instaurar el tiempo de la guerra, de la barbarie, de la violencia, pero afortunadamente no es uno que se haya impuesto y que de manera hegemónica logre aplastar todos los tiempos.

“Si entendemos que los tiempos son mundos y que es una lucha entre varios mundos posibles –o como dicen los zapatistas, la lucha por un mundo donde quepan muchos mundos.

También es un momento en el que hay un debate acerca de qué país queremos, de si hay un proyecto de nación alternativo, quién lo presenta y cómo se puede contribuir a hacerlo realidad, no sólo a formularlo de mejor manera, sino concretarlo.

Carlos Flores, también investigador del CIICH y coautor del ensayo El tiempo bifurcado: los tiempos del México de hoy, destaca: El problema que veo es que este llamado de Calderón a la guerra contra el narcotráfico, que todos nos unamos y los diálogos de seguridad es el último intento de la oligarquía de imponer un tiempo y una visión del mundo. Cuando declaras la guerra a alguien implica que todos tus recursos humanos y materiales los dediques a ese objetivo. Evidentemente hay toda una exaltación del nacionalismo, del patriotismo, por parte de Calderón que nos ubica en una situación en la trata de imponer esto.

Respecto de si existe una alternativa, una salida a este tiempo de barbarie, Guadalupe Valencia confía en que sí la hay.

“Creo que hay una nueva apuesta por 2012, porque en ese año se repita 2006 en el sentido de ganar una elección, pero no de descuidar ciertos aspectos que hicieron que al final se perdiera.

Por mucho que haya un presidente legítimo, esa elección fue una derrota; pero para 2012 hay buenos augurios. La única vía posible de transformación es que estas fuerzas que no han logrado encontrarse en el camino converjan ahora y se genere una gran alianza estratégica para que tome el poder un candidato que por lo menos no se instale dentro de la lógica de la barbarie.

Para Carlos Flores existe otra posibilidad: que el país sea fagocitado por Estados Unidos, y eso es clarísimo. Las declaraciones recientes de Fidel (Castro) lo dejan claro. Hoy no sólo se trata de luchar por que se haga efectivo el sufragio. O realmente nos organizamos los que pensamos que debemos vivir como nación soberana o vamos a ser una estrella más del canal de las estrellas o de la bandera estadunidense.

El libro Tiempos mexicanos será presentado hoy a las 12:30 horas en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM (cuarto piso de la Torre II de Humanidades).