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Calderón y gobernadores delinean las bases de nueva estrategia contra la delincuencia

El Ejecutivo recoge propuestas y demandas

 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de agosto de 2010, p. 7

El presidente Felipe Calderón y los gobernadores delinearon ayer lo que, según ellos, será la base de una nueva política de Estado para el combate al crimen y la impunidad.

El jefe del Ejecutivo federal definió este paso como el inicio de una nueva época, en la que se privilegie la cooperación y el pacto político federal; pidió a los mandatarios superar los impulsos políticos primarios para que la estrategia en materia de seguridad trascienda a partidos políticos, ideologías y periodos de gobierno.

“O enfrentamos el problema juntos y caminamos hacia el mismo lado, o México estará en gravísimo peligro para las generaciones futuras (…) Es momento de asumir responsabilidades compartidas, porque no llegaremos a ningún lado si la energía que tenemos la usamos para culparnos los unos a los otros”, advirtió.

Luego de seis encuentros, el Diálogo por la Seguridad convocado por Calderón para hacer frente a la escalada de violencia perfiló algunos acuerdos: pugnar por más presupuesto para seguridad pública, en la ruta de conformar las policías únicas estatales, y alentar la construcción de más cárceles; atacar los flujos financieros del narcotráfico, para lo cual el Presidente anunció que en breve presentará una estrategia contra el lavado de dinero que incluye nuevas disposiciones para el manejo de efectivo.

Los mandatarios coincidieron en que no habrá avances si persiste el mismo nivel presupuestal, pero admitieron que de poco o nada servirán los cambios si continúa el alto rezago educativo y la marginalidad en la que se encuentran millones de jóvenes, sector utilizado para ensanchar las filas de los criminales y fomentar las adicciones. También propusieron medidas de desarrollo social y resarcir el daño a miles de víctimas de la violencia.

Calderón pidió a los gobernadores asumir una nueva actitud, no sólo ante la ola de violencia, sino para detener a los criminales que desde hace 15 años pasaron de utilizar el territorio nacional para el tráfico de drogas al ataque directo a los ciudadanos, que son víctimas de robos, secuestros y extorsiones, y han perdido la confianza en nuestra capacidad para resolver los problemas.

En principio, el Presidente aclaró que no habrá avances si persiste la lucha aislada y la confrontación entre los estados y la Federación.

Se trata de una tendencia creciente del fenómeno delictivo que hay que detener cuanto antes y por todos los medios lícitos al alcance del Estado, a través de todos sus poderes, de todos sus órganos y de todos sus niveles de gobierno, señaló.

Reconoció que uno de los problemas de coordinación de los tres niveles de gobierno es el empalme de tareas, es decir, definir a qué ámbito corresponde la persecución de un delito. Para ilustrar esta falla en las cadenas de mando, Calderón utilizó una metáfora futbolística: Un balón que está contra nuestra portería, dentro de nuestra área y ninguno trate de atajarlo porque no tenemos claridad de a quién corresponde. En la operación (mientras se define) si es un asunto federal o local, el delincuente pasa por en medio de los dos, y afecta a la ciudadanía.

Hasta el momento se han realizado siete sesiones del diálogo (seis públicas y una privada con directivos de medios de comunicación). En la de ayer, el Presidente solicitó a los 30 mandatarios presentes (faltaron los de Baja California Sur y Morelos) realizar el mismo ejercicio en sus entidades. El propósito, dijo, es dar resultados a la sociedad.

Luego de 23 intervenciones de gobernadores, el jefe del Ejecutivo federal hizo un resumen en el que acusó recibo de las propuestas de lo que denominó alternativas para el fortalecimiento institucional con énfasis en la política social.

Un reto que ha surgido hoy, dijo, es qué vamos a hacer con estos jóvenes, la llamada generación ni-ni, que ni estudian ni trabajan, y son, efectivamente, el campo fértil que está probablemente atrás del potencial del crimen organizado que los recluta y los manda por delante, literalmente, a morir, porque es el grueso de esa población la que está falleciendo en los enfrentamientos entre delincuentes y la autoridad.

Propuestas sustanciales

En la lista de planteamientos de los gobernadores, Calderón anotó lo sustancial del mensaje de los 22 mandatarios que tomaron la palabra durante las casi cuatro horas que duró el encuentro: fortalecer a las policías locales, en número y armamento; instalar centros de control de confianza; fomentar acciones para prevenir el delito y las adicciones; construir más penales; exigir corresponsabilidad a Estados Unidos en la venta de armas; humanizar la frontera sur; fortalecer la oferta deportiva y recreativa para los jóvenes, y alentar leyes que castiguen el espionaje, entre otras.

El Presidente agradeció también que los gobernadores reconozcan la labor de las fuerzas armadas y de la Policía Federal, cuyos integrantes, dijo, se llevan la peor parte. Es necesario revalorar lo que hacen (soldados y policías).

Felipe Calderón confió en que los diálogos den como fruto el inicio de una nueva época que dé a los mexicanos la esperanza de que el país será más seguro, y que las autoridades puedan recuperar la confianza que los ciudadanos pierden cada día, porque no ven los resultados a los que tienen absoluto derecho.