Duisburgo, 7 de agosto. Por primera vez uno de los responsables de la organización de la Love Parade realizada el 24 de julio en esta ciudad –donde murieron 21 personas en una estampida y cientos resultaron heridas–, admitió públicamente que se cometieron errores, según informes difundidos hoy en Alemania.

Yo debería haber destacado con más firmeza los problemas, sostuvo el sicólogo Carsten Walter en una entrevista con la revista Der Spiegel. Durante la macrofiesta, Walter estuvo encargado de regular los flujos de público en el área de la fiesta.

Horas antes de que se produjera el accidente tuvo la sensación de que algo no andaba bien, dijo, pero su función no lo facultaba para cerrar el área. Walter hizo serios reproches a la vigilancia. Por ejemplo, dijo que junto con un funcionario tardó casi 45 minutos en llegar hasta donde estaba la dirección de policía.

El problema se debió a que ésta definitivamente no tenía equipo de radio propio, y la red de telefonía móvil había colapsado. Su declaración contradice lo que sostuvo la policía en el Parlamento regional de Düsseldorf.

Mientras, en el gobierno de Duisburgo continúan las discusiones. En una carta a sus colaboradores, el coordinador del área de construcción, Jürgen Dressler, critica al alcalde de la ciudad, el democristiano Adolf Sauerland.

En la misiva, que difundió el sábado el diario Rheinische Post, Dressler sostiene que a la administración le falta liderazgo ordenado. Además, señala, no hay una estrategia clara para subsanar la crisis tras la desgracia.

Sauerland negó lo anterior. En una comunicación conjunta con el director de la ciudad y tres coordinadores más, asegura que el trabajo de la conferencia del directorio de la administración transcurrió sin fricciones. Lamentablemente, el coordinador Dressler no participó de las últimas sesiones, señaló.

Por otro lado, el empresario organizador de la Love Parade, Reiner Schaller, sufrió un accidente de tránsito en Baviera. Schaller viajaba sólo en su Lamborghini blanco, el cual quedó reducido a chatarra. No sufrió heridas.

Iba demasiado rápido y llovía, señaló la policía de Bayreuth. Los daños del vehículo ascienden a unos 133 mil dólares.