Independientemente de la resolución que emita hoy la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto de la demanda de amparo que interpuso Napoleón Gómez Urrutia contra la decisión de la Secretaría del Trabajo de negarle la toma de nota como secretario general del sindicato minero, el líder fue relecto en forma unánime, válida y legal, y es el dirigente de este gremio.

Tras señalar lo anterior y luego de que ayer trascendió que esa instancia podría negar el amparo a su dirigente, el sindicato indicó que, con o sin la toma de nota (que no es más que un acto declarativo y jamás constitutivo de derechos), Napoleón Gómez Urrutia es y seguirá siendo el secretario general electo y relecto.

Ojalá la Suprema Corte de Justicia lo entienda y no sea necesario que México pase por el desprestigio que implicaría el que sean los mecanismos internacionales los que pongan en su lugar a las autoridades laborales, que han invadido la esfera de la autonomía sindical, privilegiando a empresarios sin escrúpulos como Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, indicó esta organización.

Hizo ver que cualquier fallo contra los intereses de este sindicato no habrá de terminar el conflicto minero, sino que éste se prolongará cuanto tiempo sea necesario hasta que se satisfaga la demanda de justicia de los trabajadores del gremio.

Planteó que la comunidad sindical nacional e internacional ha reprobado la injerencia de la Secretaría del Trabajo –encabezada por Javier Lozano– en la autonomía sindical de los gremios, aprovechando la entrega de tomas de nota, lo que claramente vulnera lo dispuesto por el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo.

Para este sindicato, se confirma que si hay jueces y magistrados de consigna, ahora también han aparecido los ministros de consigna, lo cual es muy peligroso para lo que llaman estado de derecho, y que con sus actuaciones el máximo tribunal ha estado violando la ley. Más bien se parece a un estado de injusticia y de privilegio en contra de los trabajadores y sus organizaciones democráticas e independientes, agregó.

Dio todo su apoyo y solidaridad al Sindicato Mexicano de Electricistas ante la injusta y parcial decisión de la SCJN, y dijo que se trata, sin duda, del designio perverso del actual gobierno y del grupo en el poder de acabar con las organizaciones democráticas de los trabajadores para restaurar un neoporfirismo esclavista, descalificado y sentenciado por la historia, pero que no habrá de avanzar a pesar del aparato de fuerza supuestamente legal que el grupo en el poder está empleando para someter a los trabajadores a sus dictados.