Estrasburgo, Bonn, 30 de junio. El gobierno italiano defendió hoy la presencia del crucifijo en las escuelas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo en el contexto de una demanda interpuesta por una ciudadana italiana, madre de dos niños.

Durante la audiencia de hoy, el gobierno italiano rechazó que la presencia del crucifijo en las aulas esté en contra de los derechos fundamentales. Los crucificos cristianos son la muestra de la tradición y un símbolo popular, dijo el representante del Ejecutivo italiano, Nicola Lettieri.

Según el gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi, el emplazamiento de crucifijos en los colegios no daña la neutralidad del Estado. Lettieri calificó el caso de ideológico y político y tildó de activista ideológica a Soile Lautsi, la italiana que presentó el caso.

Lautsi entabló en 2002 una demanda ante los jueces de Estrasburgo al considerar que la escuela pública donde estudiaban sus dos hijos, de 11 y 13 años, en Abano Terme, al norte de Italia, violaba sus derechos de madre, al imponer a sus hijos determinada presencia religiosa.

En noviembre pasado la corte de Estrasburgo dictaminó contra la escuela en cuestión por no considerar la libertad de padres y alumnos en este tema. Las autoridades de ese centro escolar se habían negado a quitar el crucifijo a pesar de un dictamen en contra de la Corte Suprema de Italia, de 2000, en el que se afirmaba que la presencia del crucifijo viola el principio de Italia como Estado laico.

El gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi anunció entonces que apelaría de la sentencia ante el tribunal de Estrasburgo.

Ahora, los 17 jueces que componen la gran cámara del Tribunal de Estrasburgo tendrán que estudiar el caso. Se espera que pasen varios meses hasta que dicte sentencia.

El abogado de Lautsi, que tiene dos hijos, apuntó hoy que la presencia de los crucifijos en las clases viola su derecho a educar a sus hijos según sus propias convicciones. El Tribunal Constitucional italiano falló en varias ocasiones en favor de la neutralidad del Estado y en 2001 retiró el crucifijo de sus salas, apuntó el defensor de Lautsi.

Tanto la conferencia episcopal alemana como la española se han manifestado en favor de la presencia del crucifijo en los centros escolares.