Pretoria, 26 de junio. La selección de Eslovaquia, debutante en la Copa del Mundo que clasificó a los octavos de final de Sudáfrica con una victoria de 3-2 sobre Italia, disfruta de su condición de matagigantes y se dispone a la caza de su próxima víctima, Holanda.

Eslovaquia pasó a la ronda de los 16 mejores con un triunfo sobre los campeones del orbe en su último encuentro del grupo F, al que llegó como colista de su zona, tras sumar sólo un punto en sus dos primeros partidos, pero luego de una actuación formidable disfruta de su momento de gloria mientras espera a la naranja mecánica.

No teníamos nada que perder porque nadie esperaba que venciéramos a Italia, que tenía toda la presión, dijo Miroslav Stoch, quien fue una de las figuras en el centro del campo tras recuperarse de una dura entrada.

Será similar contra Holanda, porque tiene que ganar. La presión la tendrán ellos, afirmó.

Pese al optimismo, nadie en el plantel de Eslovaquia subestima los retos futuros.

Respecto de su próximo rival, que ganó el grupo E con tres victorias relativamente cómodas, el técnico de Eslovaquia, Vladimir Weiss, no dudó en alabarlo. “Holanda es un equipo fantástico, tiene muchos jugadores en los mejores clubes del mundo, y con un buen entrenador y grandes figuras.

Es una de las favoritas del torneo, pero nunca se sabe. Como cuando jugamos contra Italia, tenemos un buen espíritu y podemos impresionar, dijo.

La selección de Holanda, en tanto, se sobrecogió por un momento cuando el astro Robin van Persie se retiró del entrenamiento debido a un golpe en el tobillo. Pese a que el jugador requirió atención en el hotel y no participó de la segunda práctica, el técnico Bert van Marwijk afirmó que estará disponible el lunes.

Arjen Robben, la estrella de la selección holandesa que se recupera de una lesión, probablemente no alineará desde el inicio. Es muy bueno que esté de vuelta, pero no debemos precipitarnos, señaló Van Marwijk.

Robben aceptó: Todavía no estoy del todo recuperado mentalmente. Eso lo noté contra Camerún, dijo, aunque afirmó que no sintió ninguna molestia física durante los 20 minutos que alineó.