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Discuten Obama y Cameron el impacto trágico que la fuga dejará en el Golfo de México

EU da hasta el lunes a BP para lograr resultados que detengan el derrame

La relación Estados Unidos-Gran Bretaña aún es extraordinaria, dicen fuentes de ambos países

Se acumulan demandas contra la trasnacional por indemnizaciones millonarias debido al desastre

 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de junio de 2010, p. 21

Washington, 12 de junio. La empresa multinacional British Petroleum (BP) debe hacer todo lo que esté a su alcance para contener el derrame de crudo en el Golfo de México, coincidieron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, durante una conversación telefónica este sábado, informó la Casa Blanca.

Pero al mismo tiempo, Washington continuó presionando a la empresa para que detenga el derrame de petróleo. El contralmirante de la Guardia Costera, James Watson, afirmó a los medios de comunicación que los actuales planes de la trasnacional británica para contener la fuga de crudo en el mar no son satisfactorios, por lo que le dio un plazo de 48 horas para mejorarlos.

El presidente y el primer ministro discutieron el impacto del trágico derrame de petróleo en el Golfo de México, y reiteraron que British Petroleum debe hacer todo lo posible para responder eficazmente a la situación, precisó un comunicado de prensa.

Asimismo, el mandatario estadunidense subrayó que no tiene interés en socavar al gigante petrolero británico, en el curso de la conversación de 30 minutos.

Obama le informó que la administración estadunidense no tiene ningún interés en jugar en contra del valor de la compañía, luego de la peor catástrofe ambiental en Estados Unidos tras la explosión el 20 de abril de una plataforma petrolera de BP.

Desde Londres, Downing Street indicó que Obama le explicó a Cameron que sus duras críticas contra BP no tenían nada que ver con la identidad nacional británica. El presidente Obama dijo al primer ministro que su visión inequívoca es que BP es una compañía global multinacional y que las frustraciones por el derrame de petróleo nada tienen que ver con la identidad nacional, apuntó.

Cameron destacó que lamenta la catástrofe humana y ecológica que aún perdura, y se mostró de acuerdo con Obama en que BP debe continuar tomando todas las medidas que sean apropiadas y convenientes para controlar el vertido de petróleo al océano.

Fuentes oficiales del Reino Unido destacaron que las relaciones bilaterales con Estados Unidos siguen siendo extraordinariamente buenas, y anunciaron que Cameron realizará su primera visita como primer ministro británico a Washington el 20 de julio.

Medios de prensa señalaron que Obama llamó a Cameron en un intento por disipar cualquier tipo de tensiones existentes con Londres. La llamada intentó ser una señal de unidad después de que el derrame amenazara con generar una disputa diplomática entre Obama y el nuevo primer ministro británico, tras la retórica del mandatario estadunidense que causó malestar en Londres y en los medios de prensa locales.

Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca reveló que Obama dijo a Cameron que BP debe pagar decenas de miles de dólares por los daños económicos sufridos a raíz del derrame, que ha afectado a los estados de Luisiana, Misisipi, Alamaba y Florida luego del accidente petrolero frente a las costas de Luisiana, que además dejó 11 muertos.

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Un equipo contratado por BP remplaza absorbentes de crudo muy cerca de una colonia de grajos, para protegerlos de la contaminación del petróleo que escapa del fondo del Golfo de México cerca de East Grand Terre, LuisianaFoto Ap

De hecho, esos estados están aumentando sus demandas para recibir una compensación financiera de la petrolera británica, en la medida que el derrame de crudo se extiende afectando severamente al turismo, la pesca y en consecuencia a los impuestos.

Por ejemplo, Florida solicitó que la compañía deposite 2 mil 500 millones de dólares en una cuenta en custodia para cubrir potenciales pérdidas.

La conversación telefónica tuvo lugar horas antes de la disputa del partido del Grupo C del Mundial de Futbol en el estadio de Rustenburgo, entre Estados Unidos y Gran Bretaña.

Obama y Cameron apostaron por sus selecciones en el debut de ambos en el Mundial de Sudáfrica 2010, informó la Casa Blanca. Acordaron estar de acuerdo sobre el resultado del partido y apostaron por la mejor cerveza.

Obama elevó en los últimos días el tono de sus críticas hacia British Petroleum y convocó a su presidente, Carl-Henric Svanberg, para una reunión que se realizará el próximo miércoles en la ciudad de Washington; criticó al director ejecutivo Tony Hayward, reclamó que los accionistas de BP no reciban dividendos hasta que se cubran los daños del derrame y dijo querer saber qué traseros debía patear por el desastre.

La prensa británica, mientras tanto, reclamaba a David Cameron –quien defendió la necesidad de una BP financieramente fuerte– que mantuviera una postura firme ante el presidente durante el contacto telefónico.

El primer ministro subrayó la importancia económica de BP para el Reino Unido, Estados Unidos y otros países, indicó el vocero de Londres.

La Guardia Costera estadunidense afirmó que los planes de BP para contener la fuga de petróleo en el Golfo de México no eran satisfactorios, y le dio un plazo de 48 horas para mejorarlos.

BP debe identificar en las próximas 48 horas capacidad adicional para contener la fuga, que pueda estar operativa para evitar el continuo vertido de petróleo, dijo el contralmirante de la Guardia Costera James Watson al directivo de la empresa Doug Suttles, en una carta del 11 de junio hecha pública este sábado.

Cerca de 40 mil barriles de petróleo –alrededor de 6.4 millones de litros– se vierten diariamente desde el 20 de abril en el Golfo de México debido al pozo dañado de BP, según la estimación presentada por los expertos enviados por el gobierno de Estados Unidos a la zona para evaluar el nivel del derrame, que es el doble del cálculo anterior que manejaba el equipo de la empresa británica.

Según Watson, estas nuevas estimaciones revelan que se precisa de manera urgente un aumento de las capacidades de recuperación de petróleo en la región, aunque una solución definitiva se prevé hasta agosto.