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El general Guillermo Galván rechaza usar binoculares para observarlas

Maniobras navales y aéreas con fuego real
Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 7

Ciudad Madero, Tamps., 1º de junio. La Armada de México realizó maniobras navales y aéreas con fuego real, en las que se utilizaron misiles, cohetes y se hicieron tiros de ametralladora a un blanco en altamar.

Ante la presencia del presidente Felipe Calderón, de los miembros de su gabinete de seguridad y del gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, los elementos de la Armada de México sacaron a relucir el mejor material bélico con el que cuentan y dieron una demostración de orden y destreza.

Calderón observó las maniobras desde el buque Independencia, el cual momentos antes había abanderado.

Al filo del mediodía, la embarcación se enfiló del puerto de Ciudad Madero hacia altamar, donde se desarrolló la ceremonia de evocación a los marinos muertos en el cumplimiento de su deber, en la que el Presidente depositó una ofrenda floral en las aguas del Golfo de México.

La embarcación fue escoltada por cuatro lanchas interceptoras, mientras que los aires eran surcados por helicópteros y aviones en vistosas formaciones.

A Calderón, quien llevaba una gorra negra con el logotipo de la Armada de México y las cinco estrellas de comandante supremo, le ofrecieron unos binoculares para que observara mejor las maniobras, lo cual aceptó con gusto.

Desinterés o buena vista

Los otros miembros del gabinete siguieron su ejemplo, salvo el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, quien rechazó los binoculares que le ofreció uno de sus ayudantes y centró su mirada en el horizonte. Oficiales navales consultados señalaron que el general Galván siguió sin interés las maniobras y no usó los binoculares tal vez porque tiene buena vista.

Seis buques de la Armada dispararon misiles, cohetes y ráfagas de ametralladora Browning de 50 centésimas de pulgada hacia un blanco fijo en el mar, mientras que un helicóptero Bolkow Superfive y un avión Rédigo L-90TP lanzaron municiones incendiarias con tubos lanza cohetes de 70 milímetros.

Posteriormente, elementos de la Fuerza Naval del Golfo simularon un ataque anfibio a las costas de Ciudad Madero, con el apoyo de embarcaciones rápidas y helicópteros, lo que causó gran expectación –y sorpresa– entre pobladores y turistas que en ese momento se encontraban en el lugar.