Cultura
Ver día anteriorLunes 31 de mayo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

La galerista logró un espacio en el festival Madrid Photo, que después irá a Basilea, Suiza

Patricia Conde abre camino a la fotografía mexicana en Europa

Es importante que se reconozca a quienes están creando en el país, dijo la crítica

Exhibe imágenes de Yolanda Andrade, Mariana Corcuera, Mary Ellen Mark y José Antonio Martínez

Foto
El festival Madrid Photo celebra este año su segunda edición. La imagen sobre estas líneas corresponde a Mary Ellen Mark
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 31 de mayo de 2010, p. 9

Madrid, 30 de mayo. La nueva fotografía mexicana se abre brecha en Europa mediante la galerista y crítica mexicana Patricia Conde, quien desde mayo pasado empezó un recorrido que se inició en Madrid, en el festival de Madrid-Photo, el cual culminará en el prestigioso festival de arte contemporáneo de Basilea, Suiza. Es importante que ahora se reconozca a los artistas que están creando en estos momentos en México, que son muchos y muy interesantes, explicó a su paso por la capital española.

La galería de Patricia Conde fue la única que ocupó un módulo en el festival de fotografía de Madrid, que este año celebró su segunda edición con la curadora mexicana como la única representante de América Latina. El crisol de la obra que trae consigo es tan diverso y en ocasiones hasta antagónico como los propios artistas que tiene regularmente en su catálogo.

Entre las obras y miradas que Conde trajo a Madrid están la purista y singular de Mary Ellen Mark, fotógrafa consolidada, quien ha estado vinculada en diversos momentos con Oaxaca, región que le ha ofrecido instantáneas vitales en su carrera. Pero también momentos vibrantes y de dolor, de llanto… En esta ocasión, Conde trabajó una serie que tomó en 1997, que forma parte de la serie Circo mexicano.

Pero desde su visión innovadora contrapone el clasicismo de Ellen Mark (que sigue utilizando su cuarto oscuro, sus platos y su cámara réflex) con la visión de una joven fotógrafa en formación. Se trata de Mariana Corcuera, quien trabajó en un proyecto que imaginó a partir de ensoñaciones personales, pero que, de alguna manera, recordaban los cantos oníricos de la Alicia de Lewis Carrol, según explicó la curadora mexicana. Las imágenes creadas previa producción pretende que los símbolos y arquetipos se abran una estrecha relación entre lo que sueña y lo que ve, así se logra una confusión entre realidad y ficción.

Otra fotógrafa presente en el viaje de Conde es Yolanda Andrade, quien con 25 años de trayectoria profesional y artística, ahora se centra en la recuperación de lugares y rincones que registra con su cámara, a color, y que muestran ese México de contrastes, sincrético, surrealista y colorido.

Por último están las imágenes poéticas, coloridas y perfectas en su nitidez y resolución de José Antonio Martínez, quien transfigura la muerte en vida y el horror en belleza. Sus imágenes forman parte del proyecto Todo ángel es terrible, en el que captó pájaros muertos con evocadoras posturas y gestos que, al mismo tiempo, se inspiraron en los hallazgos poéticos de Rilke sobre la muerte, los ángeles y la posteridad.

Conde explicó que quiere mostrar la luz, el sincretismo, la vitalidad fotográfica que hay en México y América Latina. Porque me interesa mucho que México sea reconocido y se llene el vacío de los grandes artistas de ese país, que han sido y han dejado su impronta en el mundo del arte. Pero que ahora también es importante que se reconozca a los artistas de hoy, especialmente en fotografía.

En cuanto a su presencia en la feria suiza de arte contemporáneo, la galerista añadió que voy a llevar la obra de una morgue de Oaxaca, y lo llevo un poco aprovechando el arquetipo que tenemos los mexicanos sobre la muerte.

El autor de esas imágenes es José Antonio Martínez, quien explicó que el proyecto se refiere al tema central de mi obra: la muerte y su belleza. El contenido es que nosotros estamos conscientes de nuestra muerte, y eso hace que la vida sea como es. La muerte es un evento, algo que sucede, no es un estado. La evidencia de que eso ha sucedido es un cadáver. Nosotros, en nuestra conciencia de que llegaremos a ese estado, rechazamos las imágenes de los muertos. Entonces quiero mostrar y representar que existe cierta belleza, y que si pasamos este punto de rechazo podemos entrar de lo bello a lo pacífico, y de lo pacífico a lo edificante.