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Tumbando Caña

La Sonora Ponceña celebra su 55 aniversario

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El pianista Papo Lucca
L

uego de realizar una extensa gira internacional para celebrar su 55 aniversario, y tras una ausencia de nueve años, regresa a México la Sonora Ponceña, una de las agrupaciones más sólidas del movimiento salsero. Liderada por el pianista Papo Lucca, orgullo de La Perla del Sur, Ponce (Puerto Rico), la mítica agrupación hará una sola presentación esta noche en el Salón Vive Cuervo, de la colonia Polanco, en la cual su director promete, para beneplácito de sus seguidores, hacer un repaso musical de épocas pasadas y temas de su más reciente producción discográfica Entre familia.

Entrevistado antes de su cita capitalina, Papo Lucca dijo sentirse en un excelente momento, y que el percance de salud que tuvo hace tres años (un leve infarto coronario) ha sido superado a tal grado que sigue con su agrupación “echando pa’lante con ritmo y candela”.

En el momento de la llamada telefónica a su natal Ponce, Papo se encontraba estudiando en el piano. Es un instrumento que exige mucho, nos dijo de entrada. Siempre hay que estar encima de él practicando escalas, realizando arpegios, nuevos movimientos; en fin, dándole ejercicio a los dedos para que tengan agilidad y resistencia.

El genial pianista, quien junto a Eddie Palmieri y Ricardo Ray, ha revolucionado el criterio estructural de la música bailable, confiesa que pese a los compromisos laborales con su orquesta dedica por lo menos tres horas diarias al estudio de su instrumento. He estudiado todos los métodos existentes y estoy pendiente de aquellos que contienen cierta novedad, aseguró.

Soy aficionado de la música; siempre estoy atento a lo que sucede a mi alrededor. Escucho de todo, menos lo mío (risas). Y de todo lo que escucho sobresale el jazz y la música brasileña, que es muy rica en armonía. Dedico también mucho tiempo a los géneros clásicos. Me interesan Debussy y Stravinsky, a los que estudié en mi periodo del Conservatorio. Algo muy importante también ha sido escuchar a otros pianistas, otras vertientes, otras direcciones. Desde niño he estado pendiente de aquellos que destacan por su originalidad, como Art Tatum, Oscar Peterson o Herbie Hancock, para mí, los más brillantes en el jazz. Y en el renglón de la música cubana a Lilí Martínez Griñán y a Peruchín. Dice que su estilo es el resultado de esa influencia, a la que agrega la de Rafael Ithier, pianista/director del Gran Combo, y de Luisito Benjamín a quien considera el pianista más completo que ha tenido Latinoamérica.

A Papo Lucca, público en general y músicos de la talla de Michel Camilo, Danilo Pérez y Adalberto Álvarez, le celebran su manera de tocar: esa soltura en las teclas desplegando figuras armónicas virtuosistas entre tumbao y tumbao e improvisaciones que terminan en desarrollos jazzísticos inextricables hacen que uno piense/sienta a ese jazzista que vive en su interior y no termina de aflorar.

–¿Se siente jazzista? A la distancia y sin titubear responde: “En realidad me siento un pianista de salsa al que le gusta el jazz sin llegar a considerarse jazzista. Claro que he incursionado en el jazz, incluso me he atrevido a realizar un par de álbumes musicales en ese género. Pero no puedo decir que sea jazzista. No puedo engañarme ni engañar a nadie.

Cuando llega el momento de hablar de su querida orquesta, la Ponceña, Papo refiere que todo su talento, energía e imaginación musical han estado al servicio de la agrupación. En los pasados 40 años he estado dirigiendo, escribiendo y arreglando todo el material de La Ponceña. Un trabajo en el que he aportado desde la idea de cómo frasear, tocar o cantar los temas musicales, hasta aspectos de personalidad de los músicos que, hay que señalar, han sido lo mejor de lo mejor de la cantera musical borinqueña.

Lo cierto es que bajo su dirección, la Ponceña tuvo un cambio sustancial de sonoridad y estilo constituyéndose en una poderosa agrupación que de un taller musical ha pasado a ser la universidad de la salsa, institución de la cual han egresado grandes instrumentistas y cantantes.

Ya son 55 años de La Ponceña y aún hay mucho por venir, porque Papo Lucca se prepara para el futuro. Nos podemos ir nosotros, porque la vida es así, pero La Sonora Ponceña continuará, y en ello estoy trabajando.

Papo Lucca y la Sonora Ponceña celebrarán también el cuarto aniversario del programa radiofónico Salsajazzeando, que conduce la bella e inquieta Deborah Holtz en la frecuencia de Horizonte FM del Instituto Mexicano de la Radio.