Johannesburgo, 28 de mayo. El balón con el que se jugará en Sudáfrica es terrible, horroroso, según Julio César, arquero de la selección de Brasil. El esférico llamado Janulani le parece de una calidad ínfima; asemeja una pelota de las que venden en los supermercados.

Sin explicar las razones de su deprecio por el balón mundialista, el guardameta expresó su molestia tras entrenar por primera vez con esa pelota en las inmediaciones de un colegio cercano al hotel donde se hospeda la verdeamarelha.

Sin embargo, el preparador de porteros del equipo pentacampeón del mundo y ex seleccionado, Wendell, dijo que Jabulani es demasiado liviana por ser de cuero sintético y por eso gana mucha velocidad y hace curvas extrañas en los remates más enérgicos.

El peligro para los arqueros es adelantarse. Necesitan quedarse en una posición de seguridad o de otro modo el balón va a caer atrás, afirmó Wendell.

A estos reclamos, el cancerbero titular de Brasil y del Inter de Milán, Julio César, también agregó que las reglas del futbol perjudican siempre a los arqueros, pues las autoridades del deporte quieren ver más goles.

El portero no tiene ventaja en nada. A la hora de la falta, en que el equipo rival ya está adelante, todavía colocan dos o tres jugadores al lado de la barrera para molestar, comentó.

Agregó que en este Mundial quiere dejar inscrito su nombre en la selección brasileña y ser ratificado al final de la justa como el mejor arquero del mundo, y la mejor manera de conseguirlo, indicó, es conquistando la Copa en Sudáfrica.

Julio César dijo que aunque ha llegado desgastado por una temporada exigente en Europa, a partir de este momento el cansancio queda de lado y lo único en lo que piensa su selección es en salir a jugar cuanto antes: Nos vamos dosificando para poder llegar bien al debut.

Durante el primer día de entrenamiento de la selección de Brasil en Sudáfrica, Kaká y Luis Fabiano trabajaron ya recuperados de sus lesiones. Luego de la práctica dirigida por el técnico Dunga, el equipo tuvo una sesión de piscina para relajar los músculos.

Kaká trabajó por primera vez con el resto del plantel en la actividad técnica, en la que los jugadores fueron divididos en dos equipos con el propósito de intercambiar la mayor cantidad de pases seguidos.