El Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuenta con el aval general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) al proyecto del tranvía, afirmó Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico.

En conferencia de prensa realizada luego de inaugurar el Encuentro de pueblos indígenas originarios y afrodescendientes de América Latina y el Caribe, en el antiguo Colegio de San Ildefonso, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, cedió la palabra a Muñoz para que explicara cuál es la relación que se ha tenido con el INAH.

Precisó que de mayo de 2008 a la fecha el gobierno ha recibido 12 oficios con los vistos buenos del instituto, en torno a detalles del proyecto, firmados en su mayoría por Rufino León, director de Servicios de Transportes Eléctricos, y por Agustín Salgado, coordinador de Monumentos Históricos del INAH.

Entre las observaciones hechas y que fueron atendidas están: no colocar catenarias y cuidar que las estaciones no vulneren el paisaje histórico. A petición del INAH se modificó la ruta de Madero y Corregidora a otras vialidades. El 17 de diciembre pasado, de cara a la licitación, se hicieron otras observaciones y se acordó que el INAH estuviera presente en las juntas de aclaración con las empresas participantes, lo cual ocurrió, dijo.

La licencia definitiva se obtendrá al final del proceso de licitación. Cuando esté listo el proyecto definitivo y se hayan hecho todas las observaciones, se tendrá que presentar de nuevo el proyecto al INAH, agregó.

El Ejecutivo local reiteró que el tranvía no es una idea aislada, pues se retiró a 15 mil comerciantes, se invirtieron más de mil millones de pesos –80 por ciento recursos locales– y se rehizo la infraestructura urbana. Hoy día existen 15 centros históricos de la mayor importancia a nivel mundial que han optado por el tranvía para peatonalizar y sacar vehículos, “en nuestro caso combis y micros”.

Es un medio amigable: Setravi

En un estudio sobre el tranvía y su impacto, la Secretaría de Transportes y Vialidad destaca que el tranvía es una de las alternativas de transporte más amigables con el ambiente. Ello permite impulsar la ordenación urbana y una revitalización comercial con aumentos de entre 18 y 30 por ciento en la frecuentación a los comercios, lo cual es un atractivo para la instalación de nuevas empresas y creación de empleos.

Usualmente, indica la dependencia, se registran plusvalías inmobiliarias de 20 a 40 por ciento en los 500 metros alrededor del tranvía, lo que se traduce también en un fenómeno de repoblación de los centros históricos sin que sufran alteración y que en nuestro caso no lo permitiríamos, pues fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1987.