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Pese al optimismo de España, Francia y otros 9 países se oponen; temen afectación a agricultores

La UE y el Mercosur reactivan diálogo para un pacto comercial ambicioso y equilibrado

Cuba no reconoce autoridad moral de Europa para hablar de derechos humanos, afirma canciller

Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 18 de mayo de 2010, p. 23

Madrid, 17 de mayo. Los gobiernos de América Latina, el Caribe y la Unión Europea concentraron hoy sus esfuerzos en reactivar la estancada negociación de acuerdos comerciales, asegurar el apoyo a la reconstrucción de Haití y definir los términos en los que la declaración final de la cumbre entre las dos regiones tratará temas de derechos humanos como los feminicidios en México y la situación de los disidentes políticos en Cuba.

Una agitada jornada de encuentros bilaterales y conversaciones a nivel técnico se realizó este lunes de cara a la cumbre que se inicia este martes en la capital española con la participación de jefes de Estado y de gobierno, cancilleres y funcionarios de más alto nivel.

La UE y el bloque comercial sudamericano Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) decidieron reanudar las negociaciones para lograr un tratado de libre comercio ambicioso y equilibrado, cinco años después del colapso de las pláticas.

Pese al anuncio hecho por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, 10 países europeos encabezados por Francia expresaron su oposición a las negociaciones con los cuatro gobiernos sudamericanos, por temor a la afectación de sus intereses agrícolas.

No es razonable impulsar un acuerdo con el bloque sudamericano en un momento en que el sector agropecuario europeo vive una de las peores crisis de tiempos recientes, planteó el ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire.

La otra cara de las incipientes negociaciones es la del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien incluso se mostró optimista de que se pueda llegar a un acuerdo en enero del próximo año. Es decir, en sólo siete meses. Después de reanudadas las negociaciones, ahora serán las comisiones de cada bloque las que mantengan vivo el debate de un acuerdo que, en palabras de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, será entre dos socios y no entre clientes.

Rodríguez Zapatero, junto a los altos responsables de la UE, lidera los encuentros multilaterales en Madrid, que en sólo tres días han concentrado en la capital española a representantes de 60 países. Un día después de la cumbre bilateral con México del pasado domingo, la UE celebró reuniones con Chile –que ya cuenta con un acuerdo de libre comercio–, con los países del Caribe y con Mercosur.

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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, izquierda, y Letizia de España, ayer, en el Palacio Real de Madrid, antes de la cena de gala para líderes de América Latina y la Unión EuropeaFoto Ap

El encuentro de Madrid sirvió por lo menos para que cada región expresara sus intenciones. Europa emite mensajes contradictorios en este rubro, pues el Consejo de Europa y el presidente de turno, Rodríguez Zapatero, en contraste con Francia, sostienen que será el acuerdo más importante para la UE y un mensaje contra el proteccionismo en plena crisis.

La víspera de la cumbre entre la UE-AL hay todavía varias cuestiones sin resolver, como la posibilidad de que se incluya en el documento final una declaración de principios colectiva sobre los feminicidios, si se logra desbloquear el veto impuesto por el gobierno de Felipe Calderón a esta cuestión.

También está la cuestión de Cuba y el posible viraje de la posición común de la UE sobre la isla y las críticas por la situación de los derechos humanos, en particular por lo que los europeos consideran presos políticos, que las autoridades cubanas catalogan dentro del fuero común.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, la máxima autoridad del gobierno de Raúl Castro en la Cumbre, afirmó: no reconocemos ninguna autoridad moral a la UE para hablar de derechos humanos mientras exista la posición común, que no permite una completa normalización de las relaciones.

En 1996, el derechista José María Aznar, entonces presidente del gobierno español, cambió la postura de la UE hacia la isla, endureciendo las relaciones con el gobierno cubano y defendiendo tesis parecidas a las de Estados Unidos.

Ahora, casi 14 años después, Rodríguez Zapatero aspira a cambiar esta postura por un acuerdo de cooperación, que a juicio del canciller español Miguel Ángel Moratinos sería más eficaz, pues –dijo– si la posición común fuera eficaz, sería el primero en querer mantenerla, pero una posición que no da resultados es algo masoquista, es mantener una posición que no sirve para nada.