Opinión
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Astillero

Tentaciones autoritarias

Si la política falla...

Sangre y vuelcos electorales

NYT: dinero y legionarios

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CONDENA EN ENSENADA. Durante la inauguración de la 23 Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, en Ensenada, Baja California, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, condenó el asesinato del precandidato panista a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, José Mario Guajardo Varela; su hijo Luis Mario y el empleado Fernando TreviñoFoto Notimex
L

as tentaciones del autoritarismo deben haber pasado ayer de la vuelta de la esquina, en que auguralmente las había ubicado por la mañana el lic. Calderón, a la plenitud central del escenario mexicano, pues en el curso de unas horas fueron delineándose con más claridad los perfiles sombríos, fallidos, criminales, que han restado viabilidad a cualquier ensueño electoral en México. Rodeado de poderes económicos vigentes y rectores, y de personajes políticos del pasado (algunos ex presidentes extranjeros), el ocupante de Los Pinos parecía estar en plena confesión pública de sentires y dudas, preocupado por los malos resultados que el tinglado democrático entrega a pueblos deseosos de cambios y mejorías. Si lo democrático nomás no funciona, entonces crece la propensión a cancelar esos juegos electorales para ejercer sin dobleces la voluntad propia desde la cúpula y conducir por donde personalmente se de- see a ese país cívicamente doblegado. Con gran preocupación testimonial, FC llamó a dar un golpe de timón en Latinoamérica para impedir la caída en esos abismos del ejercicio abusivo de la autoridad sin sustento ni contrapeso.

En Tamaulipas, en tanto, se producía uno de esos extraños vuelcos en que la criminalidad manipulable y los apetitos electorales producen hechos socialmente lamentables pero políticamente desestabilizadores y redituables. En Sonora, el caso ABC permitió al PAN remontar una desventaja electoral enorme, aplastante, y quedarse con la gubernatura (ahora, Gómez Mont habla de que pudo haber sido intencional el incendio, tratando de cobrar cuentas el rejego y corres- ponsable Eduardo Bours, pero si ésta fuera novela policiaca, debería analizarse a quién acabó beneficiando la hechura o la manipulación del crimen masivo). En Chihuahua, la masacre de estudiantes en una fiesta de Ciudad Juárez abrió camino a la inversión pública federal desbordada antes de unas elecciones en las que el PAN arrancó con desventaja, pero ya va recuperándose. Y ahora aparece la violencia política en el estado sede de dos de los grupos más importantes del narcotráfico (Los Zetas y el cártel del Golfo), donde todo se ha visto enfilado inequívocamente a un triunfo del PRI en los comicios para gobernador, congreso y presidencias municipales, al grado de que esa entidad podría ser declarada museo de preservación puntual del PRI tradicional, frente a una oposición débil y dividida. Pero un candidato a dirigir el municipio de Valle Hermoso ha sido asesinado, y entonces el candidato a gobernador, sin oportunidad real de ganar, se declara ausente de la contienda, en protesta por las amenazas que algunos de sus aspirantes han recibido y que desgraciadamente se materializaron ayer en los cuerpos de Mario Guajardo, su hijo y un empleado. Al mismo tiempo, el presidente estatal panista pide que el Ejército entre a la entidad para dar seguridad a los abanderados del partido blanquiazul. ¿Cambiarán las perspectivas electorales ahora, o se entrará a un torbellino que imposibilite la libre expresión de la voluntad cívica?

Pero no son solamente los pleitos entre cárteles políticos en una entidad norteña los que aportan datos para hablar de la inviabilidad electoral mexicana. En el resto de las entidades en que habrá comicios están ya instalados los mecanismos de defraudación que fabricarán triunfos legales a los priístas, incluyendo casos atípicos, como el de Aguascalientes, donde el gobernador panista actual hace el trabajo sucio al PRI al enderezar una campaña mediática y judicial contra Martín Orozco, el seleccionado de Los Pinos, a quien ayer el tribunal federal electoral restituyó en su candidatura a pesar de que está sujeto a un proceso penal por presuntas rapacerías cometidas cuando fue presidente municipal (aunque, ha de decirse, esa restitución de derechos políticos está sujeta a que haya sentencia, cosa que seguramente apresurará el resentido góber Reynoso para que se produzca antes del día de las urnas); o en Zacatecas, donde las gobernadoras Amalia García y Claudia Corichi parecieran trabajar en favor del PRI al ordenar lances turbios, como el decomiso de automóviles recién realizado (vehículos presuntamente enviados por el gobierno de Nuevo León para ser utilizados en la campaña del candidato tricolor en Zacatecas), que da bandera y bríos a los priístas mientras el candidato oficial, el de la familia García, registrado en nombre del PRD, nomás no levanta.

En ese contexto, tienen especial significado las reflexiones hechas por Calderón en el Museo Soumaya, con Carlos Slim al lado: ahora lo que sigue es que la democracia sea efectiva también, que le dé sentido al ciudadano votar, estar representado y tener un sistema político que valga la pena para su vida. Porque de otra manera, amigas y amigos, las tentaciones autoritarias están a la vuelta de la esquina y particularmente en América Latina, y lo sabemos. Sobre aviso no hay engaño.

Astillas

The New York Times publicó ayer un reportaje sobre legionarios, empresarios mexicanos donantes a esa orden e instituciones educativas de ese corte. El texto puede verse en http://nyti.ms/ddyzKv y en él se menciona entre los contribuyentes destacados para el imperio de Marcial Maciel a Cemex, Banco Compartamos y Copamex (ésta, una empresa productora de papel), así como a Dionisio Garza Medina, quien dejó el liderazgo del Grupo Alfa, y Carlos Slim. A propósito, el yerno y vocero de Slim, Arturo Elías Ayub, dijo que las contribuciones del hombre más rico del mundo a las instituciones educativas legionarias continuarán, pues les agrada la manera en que los legionarios educan. Cuatro hijos de Slim, tres varones y una mujer, han estudiado en la Universidad Anáhuac... Y, mientras la esposa de Joaquín Guzmán, El Chapo, ha sido detenida, ¡feliz fin de semana, viendo que Chucho ha sido botado del partido o, más bien, de los partidos del América (Chucho Ramírez, no Ortega; éste lo será hasta diciembre, a menos que la catástrofe poselectoral acelere la salida)!