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Sin dedicatoria, el proyecto priísta de reforma del DF

Quienes plantean crear el estado 32 incurren en simplezas, dice

La legisladora reveló que no sólo su correligionario David Jiménez frenó el proyecto que se elaboró en 2001, sino que también tuvieron que ver Demetrio Sodi y Jesús Ortega. En marzo pasado presentó una propuesta, en la cual plantea convertir la ciudad en alcaldía y al Ejecutivo en alcalde

 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de abril de 2010, p. 35

La ciudad de México es el eje central del país por lo que requiere una reforma política a fondo, sin pensar arrogantemente que los cambios que se plantean sólo buscan dificultar al PRD gobernar, o que transformar el Gobierno del Distrito Federal en una gran alcaldía es peyorativo, o querer a fuerza que destaque un emblema pensando en lo electoral, manifestó en entrevista María de los Ángeles Moreno, presidenta de la Comisión del Distrito Federal en la Cámara de Senadores.

Desde hace más de dos décadas la priísta ha participado como diputada local o federal, senadora y como presidenta del PRI en la capital, en innumerables mesas de trabajo sobre el tema.

En 2001, los partidos representados en la Asamblea Legislativa llegaron a acuerdos sobre la reorganización de la ciudad de México. Incluso, en la Cámara de Diputados se elaboró un dictamen de reforma constitucional; sin embargo, David Jiménez, entonces presidente de la Comisión del DF en el Senado, la frenó. Pero no sólo fue él, ataja. Se responsabiliza al PRI de eso, pero también tuvieron que ver Demetrio Sodi y Jesús Ortega.

–¿Qué mantiene de esos acuerdos en la iniciativa de reforma que presentó hace algunas semanas?

–El consejo consultivo, en el que estarían los jefes departamentales (ahora delegados) con el alcalde (jefe de Gobierno); recupero la idea, en la que había acuerdo de la alcaldía. Se elegiría al alcalde mediante una boleta, junto con los nueve concejales que propondría cada partido. Al final el que gane tendría asegurada la gobernabilidad al menos por un voto y tendría que discutir con los otros ocho que se distribuirían entre las otras fuerzas en términos de votación. Al primer lugar tres; al segundo, dos, y al tercero, uno.

Eso garantizaría la gobernabilidad en las decisiones del gobierno de la ciudad; ya no sería una sola persona la que las tome, trátese de presupuesto, obras públicas, o de un tranvía en el Centro Histórico, con el que no estamos de acuerdo.

Se discutiría con los concejales si eso procede o sería mejor una obra hidráulica. No le metas tantos miles de millones de pesos a un tranvía que no sirve para nada. A lo mejor va a ser muy bonito, pero va a afectar otras cosas.

Entonces se les llamaba concejales y discutíamos el nombre que pudiera dársele al jefe de Gobierno. En una ciudad capital, no debería decírsele así, en todo caso gobernador o alcalde de la ciudad de México.

–El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, comentó que la propuesta de la alcaldía es de los 90.

–Sí, se había manejado antes y fue idea del PRI, donde él militaba. Claro que la conoce muy bien. Además se planteó en la anterior reforma.

–¿Es un retroceso?

–No, las grandes ciudades tienen alcaldías y consejos plurales. Cómo va a ser peyorativo, al contrario, es un término usual para denominar un órgano de gobierno. ¿Por qué se forman? Para que haya un equilibrio y opiniones dentro del consejo, que significa cabildo. Vemos hoy el circo de la supervía poniente; eso debería discutirse en la alcaldía, en un órgano especializado en desarrollo urbano. Si un jefe de Gobierno dice que es ir para atrás, ¿por qué tendría que lidiar, ni siquiera él, porque ya no le tocaría, con un consejo plural? ¿De que democracia estamos hablando? Está hablando de la democracia en el terreno de mi compadre, en el mío no, a mí que no me toque. Entonces, que nos platique qué quiere.

–¿El PRI podría gobernar con este esquema?

–Estamos proponiendo algo que contribuye a una mejor gobernanza y gobernabilidad. No pensando en alguien o en un grupo, sino en la ciudad y sus habitantes, lo gobierne quien lo gobierne. No estamos de acuerdo en cómo se está gobernando; el propio jefe de Gobierno dijo hace más o menos un mes que con las leyes vigentes no podía gobernar adecuadamente. Él lo dijo, nosotros estamos haciendo una propuesta.

“Hay que entrarle a fondo a la reforma, no pensando arrogantemente en que si gana el PRD le estamos dificultando gobernar y que el PRI no va a ganar. Nos están descalificando de antemano. Es un prejuicio; puede ganar quien sea, por eso estarían diseñadas mejores instituciones, que desde luego implican adecuaciones a casi todas las leyes locales para que esta ciudad funcione para lo que es actualmente, no lo que fue hace 10 o 20 años.

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María de los Ángeles Moreno, presidenta de la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Senadores, aclaró que su iniciativa de reforma propone una mejor gobernanza y gobernabilidad en la ciudadFoto Marco Peláez

–¿Cuál es la propuesta del PRI: la suya o la de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre?

–Él no es el PRI. Mi propuesta ha sido ampliamente conversada y lo seguirá siendo con los compañeros del partido en las cámaras y en otras entidades federativas, porque en los estados deben conocer cuáles son los cambios que habría en la capital del país. No comparto la opinión de algunos diputados locales que dicen que quieren un estado. Con todo respeto, no traen detrás un análisis de las consecuencias políticas, económicas y sociales. Si lo traen, que lo presenten. Nada más nos dijeron: queremos el estado 32. ¿Pero cómo? ¿Cómo van a diseñar los municipios? ¿Van a ser iguales a los de otros estados? ¿Cuánto van a costar? Que nos platiquen adónde quieren mandar los poderes federales. Es rete fácil decir quiero ser como Francia, China, pero ¿cómo? Si vas a hacer una propuesta, hazla en serio, eso no son bromas. Éste es el futuro del país, de la estabilidad, del crecimiento, de que se haga realidad lo que se dice que es democracia.

–¿Por qué no el estado 32?

–El artículo 44 constitucional dice que si en algún momento se trasladaran los Poderes de la Unión a otro sitio, esto que es hoy el territorio del DF pasaría a ser estado del Valle de México, no de Anáhuac ni 32. Pero hay un requisito: que salgan los poderes federales. ¿Y de quién son los poderes federales?: de la nación y de todas las entidades que la conforman, incluio el DF. Por eso esta ciudad es singular, ya que aquí conviven los tres poderes locales con los tres federales.

“Quienes dicen ‘hagámosla estado 32’ están diciendo una simpleza, que además tiene no sé cuántos años diciéndose y siempre volvemos a lo mismo.”

–¿A quién corresponde el mantenimiento de edificios públicos, monumentos, etcétera?

–Todo lo que son inmuebles federales le toca a la Federación. Las plazas son federales, que haga la remodelación, pague la iluminación. Hasta la Catedral es propiedad federal. Pero hay que recordar que los poderes federales no son huéspedes, la ciudad de México es su sede, como también lo es del GDF. Ambos fueron electos aquí, no es cuestión de pago o no pago, sino de un convenio de coordinación fiscal. Hay que revisarlo, ver cuánto aporta como entidad federativa y cuánto recibe por participaciones. El DF tiene varios elementos distintivos, incluido el ser capital. Esto tiene un costo. Aquí se hacen negocios, hay un aeropuerto internacional, vías de comunicación, los municipios conurbados usan los servicios educativos y de salud. Los capitalinos estamos muy orgullosos de ser capital y de que acudan de todo el país para muchas cosas. Ser referente del país ante el mundo.

Hoy día los pleitos menudean entre el jefe de Gobierno y el Presidente, se regatean mutuamente los espacios, acciones, recursos, decisiones. Eso no es correcto institucional y legalmente.

–¿Hay posibilidad de que se concrete la reforma o será un intento más?

–Vamos a ver, en el camino de la dictaminación se resolverá si se puede o no. Si no se puede será una buena propuesta que por los egoísmos o personalismos, o el querer a fuerza que destaque un emblema pensando en lo electoral, en lugar de la ciudad y de su gente, no cristalizó. Confío en que salga, hay que trabajar mucho, apenas empieza. Me falta presentar el complemento, que son dos leyes federales: una que se refiere a la jurisdicción federal para precisar que le toca al poder federal, al presidente, al congreso, etcétera, y otra para determinar qué le corresponde al DF.