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Preocupa al Senado retraso en dictamen sobre derechos humanos
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de abril de 2010, p. 20

En el Senado hay preocupación por el retraso en la Cámara de Diputados para dictaminar la reforma constitucional en materia de derechos humanos, aprobada ya en Xicoténcatl, que incluye cambios históricos en la materia,

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que no es conveniente retrasar hasta septiembre esa minuta, que permite poner a salvo las garantías de los mexicanos y da mayores facultades a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

No podemos fijarle tiempos a la Cámara de Diputados, pero se trata de una muy buena minuta, que está en su soberanía aprobar, recalcó el priísta. Hizo notar que por tratarse de una reforma constitucional, una vez que se apruebe en San Lázaro debe pasar por las legislaturas de los estados.

Sobre el tema, el senador del Partido del Trabajo, Ricardo Monreal, comentó que la minuta tendría que aprobarse en este período de sesiones, toda vez que sería un instrumento toral en la dramática situación actual, en la que cada vez hay más civiles muertos en fuegos cruzados entre militares y bandas de narcotraficantes, así como violaciones constantes.

Esa reforma, aprobada en el Senado el pasado 8 de abril, fortalece a la CNDH e incluye un nuevo capítulo que acota las facultades del presidente de la República durante la declaración de estados de excepción.

Ello es importante, ya que se establecen derechos y garantías que no podrán suspenderse, ni siquiera en el caso de declaratorias de excepción que, según la Constitución, se decretan cuando hay perturbaciones graves a la paz pública, por invasión extranjera o por amenaza real, inminente y grave a la sociedad, resaltó Monreal.

A su vez, el senador Joaquín Coldwell expuso que la reforma establece además controles sobre el Ejecutivo, a fin de que los decretos que emita durante los estados de excepción estén sujetos a la supervisión constitucional de la Suprema Corte, para salvaguardar que el núcleo duro de derechos no sean atropellados o violados.