Monterrey, NL., 24 de abril. El arte es un espacio de libertad, no pretendo dar lecciones ni imponer ideas; nada gano si muestro la miseria del mundo; pero quizá puedo cambiar algo en cada persona, señaló la francesa Annette Messager, quien a partir del próximo viernes 30 de abril presentará en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), y por primera vez en América Latina, una selección de 27 piezas con lo más destacado de su obra.

Considerada una de las leyendas del arte mundial del siglo XX y XXI, según el curador del recinto, Jorge Contreras, la artista originaria de Bercksur-Mer, Francia, presentará en Monterrey instalaciones que se han convertido en hitos de la historia del arte, como Articulés–Désarticulés (2001–2002), aclamada en Documenta XI (Alemania, 2002), y Casino (2005), por la que recibió el León de Oro en la 51 Bienal de Venecia (Italia, 2005).

Las obras estarán en exhibición hasta el 12 de septiembre, e incluyen instalación, dibujo, intervención a muro, fotografía, collage y ambientación; en ellos, la artista utiliza como base objetos diversos, como redes, fotografías, peluches, lápices de colores, retazos de tejidos y animales disecados.

En rueda de prensa, Annette Messager dijo estar muy identificada con la cultura latina y popular; señaló que le gusta mucho el cine, los dibujos animados y la literatura.

Los seres humanos tenemos gran parte de animalidad dentro, y los niños la aceptan muy bien, por eso se explica que adoren a Mickey Mouse, un ratón que para los adultos es horrible, dice.

Aunque reconoció que cuando empezó a crear, a principios de los años 70 del siglo pasado, prácticamente no había mujeres artistas, ella trató, mediante su trabajo, buscar su identidad, y acotó: no me gusta hablar mucho sobre mi identidad de mujer.

Agregó que si bien para ella resulta difícil decirlo, no tengo nunca muchos deseos de reflexionar sobre lo que hago; corresponde a los demás hacerlo, aunque aclaró que tampoco le importan mucho las cosas que se digan de su obra.

Tengo un trabajo muy abierto. Me gustaría que cada quien intente su propia historia a partir de lo que hago, yo no soy una artista que impone, señaló.

Annette Messager comentó que en una ocasión una joven estudiante le dijo que se sentía muy cercana a mi trabajo, eso para mí es muy emocionante, más que cuando un coleccionista compra algo.

La artista añadió que el hecho de que alguien que no tenga su misma cultura sienta lo mismo que ella, prueba que todos somos humanos y tenemos las mismas sensaciones; demuestra que el arte puede tocar a gente diferente y de culturas distantes.