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Se llevará a cabo en distintas sedes públicas y privadas del 27 de mayo al 6 de junio

Distrital busca cubrir la necesidad de un festival en la ciudad de México

Habrá un foro de cineclubes en el cual se revisarán modelos de leyes de exhibición, dice Paula Astorga

Será un contrapeso frente al desdén de las distribuidoras, señala Carlos Bonfil

Foto
Fotograma de la cinta Abel, que inaugurará el encuentro
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de abril de 2010, p. a11

Tras la desaparición del Festival Internacional de Cine Contemporáneo (Ficco), la ciudad de México se quedó con un vacío en lo que se refiere a exhibición de cine de ficción actual nacional e internacional que difícilmente se programa en salas comerciales. Distrital, semana de cine mexicano y otros mundos, se plantea cubrir esa carencia. Del 27 de mayo al 6 de junio se proyectarán, entre otras cintas mexicanas, Juntos, de Nicolás Pereda; Las buenas hierbas, de María Novaro; Vaho, de Alejandro Gerber, y Abel, de Diego Luna.

Distrital, coproducción de la asociación civil Circo 2.12 y la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, con apoyo del Imcine y la Filmoteca de la UNAM, se propone ofrecer cine internacional de vanguardia y cine mexicano de estreno y de segundo estreno.

En el otoño de 2008, Circo 2.12, junto con la Secretaría de Cultura capitalina, lanzó el proyecto Aquí se filmó, con la intención de recuperar la memoria fílmica de la ciudad de México. Me di cuenta de que llevaba mucho tiempo construyendo plataformas para cine internacional y que había una necesidad de trabajar para el mexicano con la misma energía y visión de promoción, contó en entrevista Paula Astorga, directora general de Distrital, fundadora de Ficco y Circo 2.12, desde el cual se desarrollan proyectos como Sociedad del Cine Tlatelolco y el Cineclub Revolución. Cada uno a su manera un preparativo escénico para lo que hoy se materializa en Distrital. Un festival novedoso, más modesto en el número de películas y secciones, pero dueño de la misma audacia, en la variedad y heterodoxia de sus propuestas formales, que su referente obligado, el Ficco, dijo en conferencia de prensa el crítico Carlos Bonfil, colaborador de La Jornada.

Se conjuntaron varios factores: la aprobación de las leyes de filmaciones y de fomento en el Distrito Federal, una generación que empieza a producir películas desde nuevas miradas; la formación de un público, en gran medida gracias al auge de festivales en el país, y que la ciudad de México sería Capital Iberoamericana de la Cultura.

“El Ficco vino a descubrir que sí hay audiencia en la ciudad de México y una necesidad de foros para cineastas emergentes mexicanos que experimentan con modelos, formatos y formas narrativas, que además fueron influenciados por todo este boom de festivales que vinieron a abrir esa mirada”, siguió Astorga. Así que cuando el Ficco desapareció, quedó un vacío; la ciudad de México necesita un festival de cine.

La programación consiste en la Semana del cine mexicano (encabezada por Lorenza Manrique, promotora e impulsora de la ley de fomento, que incluye la realización de esta actividad), con tres secciones: Perspectivas del cine mexicano, que ya desarrolla Imcine, una segunda corrida de películas que fueron estrenadas y que, debido a la situación en que se encuentra la exhibición mexicana, no llegaron a la cantidad de espectadores que podrían; Plataforma digital, proyecto de Imcine, para documentales en formatos digitales, y Cine contemporáneo mexicano.

Bonfil opinó: Distrital asume el compromiso de volverse otro contrapeso cultural frente al desdén de las distribuidoras y exhibidores al cine mexicano.

Otras secciones son Meridianos, cine iberoamericano; Otros mundos, películas independientes, de autor, con búsquedas estéticas muy definidas, dijo Astorga; Distrito X, zona de experimentación con programas de videoarte mexicano, de cine internacional y una retrospectiva del cineasta George Kuchar, y filmes al aire libre, en alianza con el festival brasileño Opera na tela, dedicado a cintas que a través del cine reconstruyen óperas desde un punto de vista cinematográfico. Se proyectarán en seis plazas públicas.

Se exhibirán, entre otras, Los jóvenes muertos (Leandro Listorti), Zona sur (Juan Carlos Valdivia), Hiroshima (Pablo Stoll) e Historia mundana (Anocha Suwichakornpong). Se llevará a cabo una función de Redes, musicalizada en vivo.

Dentro de Distrital se diseña el primer foro iberoamericano de cineclubes comunitarios, con los cuales Circo 2.12 y la Secretaría de Cultura trabajan desde hace tiempo. Con la red de cineclubes comunitarios de la ciudad de México e invitados internacionales, revisaremos modelos de legislación de exhibición en otros países, como Venezuela, Brasil y Argentina, anunció Astorga.

Abatir la piratería

Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores, dijo en conferencia de prensa: espero que el trabajo con los cineclubes sea muy productivo, porque necesitamos acercar el cine mexicano (a quienes no van al cine, 80 por ciento de nuestra población), con lo que se abatiría la piratería.

Distrital en este momento inaugural tiende un puente entre el cine mexicano y esas creaciones audiovisuales de otras latitudes que continuamente lo inspiran y revigorizan. Si el espectador responde al reto de cruzar ese puente y vencer sus propias certidumbres e inercias, las rutas del pequeño festival podrán ensancharse, dijo Bonfil.

Distrital (www.distrital.mx) se llevará a cabo en numerosas sedes públicas, universitarias y algunas privadas, además de plazas.