Los cárteles unidos del Golfo, de La Familia y del Milenio se atribuyeron el asesinato de Gustavo Escamilla González, oficial de tránsito de Santiago, Nuevo León, junto a cuyo cadáver dejaron una amenaza escrita contra policías estatales y municipales ligados a Los Zetas, además de una lista de nombres y el amago de que serán las próximas víctimas.

Escamilla González, de 26 años, estaba desaparecido desde el pasado jueves, y su cuerpo –que tenía un disparo en la frente y estaba amordazado y maniatado– se localizó este lunes en el municipio de San Pedro Garza García. También lo acompañaban una corona y cuatro arreglos florales.

Los tres cárteles también reivindicaron los asesinatos de Manuel Dueñas Esparza, coordinador de la policía de Monterrey, y los dos ex agentes que lo acompañaban, perpetrados la noche del jueves en esa ciudad.

Durante los recientes dos meses ya fueron asesinados 13 policías del estado, y al menos 13 más están desaparecidos: 10 en China, dos en Escobedo y uno en Santa Catarina. Este lunes, además, fue hallado el cadáver de un hombre maniatado y vendado de los ojos.

En Villahermosa, la Procuraduría de Justicia de Tabasco presentó ayer a 21 presuntos espías zetas, entre ellos Antonia de Jesús Meléndez, José del Carmen Gómez y Fausto Antonio Narváez, quienes dieron el domicilio de los familiares del marino Melquisedec Angulo Córdova a los pistoleros que asesinaron a su madre, una tía y dos hermanos el pasado 22 de diciembre en Paraíso.

Angulo Córdova fue el único marino que perdió la vida durante la operación en que también murió El jefe de jefes, Arturo Beltrán Leyva, realizada el 17 de diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos.

Ayer en la propia capital morelense, el cuerpo descuartizado de quien la procuraduría de Justicia estatal identificó como Alfredo Paredes Montes, de 28 años, fue arrojado en dos bolsas de plástico negro frente a la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo ubicada sobre la avenida San Diego, con un mensaje adjunto del cártel del Pacífico Sur.

En horas recientes también se atribuyeron a la delincuencia organizada otros 24 asesinatos cometidos en diversas entidades, entre ellos el del ganadero Gabriel Ramírez Juárez, de 32 años, cuyo cadáver apareció el domingo en Chilpancingo, Guerrero.

En la misma entidad, cinco policías mexiquenses fueron atacados en el municipio de Cutzamala de Pinzón. Su patrulla recibió decenas de balazos y en el interior había manchas de sangre, pero los elementos están desaparecidos, reportaron autoridades guerrerenses.

En Durango fueron al menos cuatro las ejecuciones. En Sinaloa hubo cinco más. Una de las víctimas resultó ser Sergio Bueno Parra, notario público 69 de Culiacán. De las restantes ejecuciones ocho fueron perpetradas en Chihuahua, tres en Sonora, una en Nayarit, otra en Michoacán y la restante en Mexicali, Baja California.

David Carrizales, René A. López, Sergio Ocampo, Rubicela Morelos, Saúl Maldonado, Javier Valdez, Ulises Gutiérrez, Rubén Villalpando, Javier Santos, Jesús Narváez, Ernesto Martínez y Antonio Heras