La propuesta de los gobernadores para dotar de un mando único a las policías estatales, y por esa vía eliminar prácticamente las casi 2 mil 100 corporaciones municipales existentes, camina en el Congreso y será éste el que defina los tiempos de su aprobación.

Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León y principal impulsor de la iniciativa, sostuvo que el propósito de la propuesta es otorgar más dientes y fortaleza a las entidades en el combate a las bandas criminales, y no eludirlo con el argumento de que se trata de un problema federal.

Tal vez la propuesta está llegando tarde en función de lo que ocurre, señaló, pero debe hacerse algo para enfrentar la situación, porque la población tiene miedo.

Aunque los ataques no estén dirigidos contra ella, verlos directamente o en los medios de comunicación genera pánico (y) eso no es bueno para el país; afecta el estado de ánimo de las personas, apuntó.

Medina se refirió también a quienes dicen que la percepción (sobre la violencia) va más allá de la realidad. No podemos tapar el sol con un dedo. A lo mejor la sicosis, en efecto, va más allá, pero mientras la ciudadanía no vea acciones contundentes y una estrategia por la cual se resuelva de manera sostenida el problema del crimen, no habrá confianza ni tranquilidad en la población.

Ayer, el mandatario nuevoleonés se entrevistó con los presidentes de las comisiones de Seguridad Pública de las cámaras de Diputados y de Senadores para apuntalar la propuesta del mando único, que tiene como propósito tener más verticalidad en la toma de decisiones y en la actuación oportuna; homologar procedimientos, equipos, capacitación y servicios de inteligencia, y pasar de una policía preventiva y de presencia a otra con capacidad para hacer frente a la delincuencia organizada y no depender de la intervención de las fuerzas armadas.

A pregunta expresa, dijo que su gobierno espera el reporte de la Procuraduría General de la República sobre la investigación del asesinato de dos estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Respecto de la estrategia del rector, Rafael Rangel Sostmann, de crear un frente común de centros educativos contra la violencia, señaló: ¡Qué bueno que no estemos callados en relación con un problema que todos enfrentamos!

Insistió en que el combate a la inseguridad no debe quedar a la voluntad o el arbitrio del gobernante en turno, debe ser forzosa y obligada. ¡Para eso pedimos el voto de la población! Tenemos la obligación de entrarle al tema, porque es la principal demanda de la ciudadanía; es lo que la gente está exigiendo.

Sobre la situación que vive Nuevo León, señaló que si bien en días recientes ha habido un descenso en los niveles de violencia en relación con la que se vivió en la víspera de Semana Santa, eso no significa que el problema ya cesó o que no se presentarán nuevos episodios cruentos. También se refirió a los casi 90 policías despedidos o procesados por pérdida de confianza. No nos vamos a detener, aseguró.