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Facilitaron la fuga de 40 reos el pasado 25 de marzo

Sobornaban Los Zetas al menos a 42 custodios del penal de Santa Adelaida
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de abril de 2010, p. 10

Al menos 42 custodios del penal de Santa Adelaida, de Matamoros, Tamaulipas, recibían entre 5 mil y 10 mil pesos mensuales por sobornos, a cambio de permitir privilegios a los presos; la mayoría del grupo delictivo Los Zetas, confrontado con el cártel del Golfo, del que antes era su brazo armado, revelan testimonios ministeriales de varios guardias bajo proceso penal.

Datos ministeriales que constan en la averiguación previa PGR/TAMPS/MAT-III/835/ 2010, a la que tuvo acceso La Jornada, refieren que hay indicios claros para considerar que los 40 reos evadidos el pasado 25 de marzo de ese penal tuvieron colaboración plena de 42 custodios, quienes presuntamente fueron cooptados por operadores de Los Zetas, algunos de ellos presos en Santa Adelaida.

Los custodios están detenidos en la misma cárcel en la que trabajaban, por lo que las autoridades estatales solicitaron al gobierno federal que envíe a un grupo de la Policía Federal y militares a los penales ubicados en Tamaulipas, principalmente al de Santa Adelaida, para evitar nuevas fugas masivas.

Fuentes del juzgado segundo de distrito en materia de procesos penales federales del décimo noveno circuito –donde se procesa a los 42 custodios– revelaron que entre las pruebas aportadas por la Procuraduría General de la República destacan las testimoniales de varios inculpados, en las que admiten haber recibido sobornos mensuales de Los Zetas.

De los 40 reos evadidos, 35 estaban a disposición de jueces federales por delitos contra la salud y delincuencia organizada, y cinco ya habían sido sentenciados por delitos del orden federal.

Entre las prebendas que obtenían los presos de Santa Adelaida –que en 10 minutos se fugaron de la cárcel, según demuestran las grabaciones de las cámaras de video del penal–, destaca la posesión de teléfonos celulares y aparatos de radiocomunicación, con los cuales mantenían contacto con miembros de Los Zetas en el exterior y operaban secuestros, robos, ejecuciones y extorsiones.

Con los sobornos se permitía que los presos convivieran con familiares, amigos y abogados más tiempo del permitido por el reglamento. Incluso podían pasar una noche completa con la mujer que los visitara.

De acuerdo con la declaración de uno de los custodios detenidos, que se identificó con el sobrenombre de El Pitufo, varios días antes de la fuga se alertó a los 40 reos que se fugaron que se prepararan para ser liberados.

El declarante admitió que “era común que Los Zetas pagaran entre 5 mil y 10 mil pesos mensuales a los custodios, a cambio de permitir que su gente operara en el penal (…) Todos (los reos) se fugaron por la puerta principal”, expuso.

Las recientes fugas masivas de reos en Tamaulipas provocaron una guerra de declaraciones y acusaciones entre el gobierno estatal y la Federación.

El miércoles pasado, en respuesta a las declaraciones del gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, quien sostuvo que su entidad está rebasada por el crimen organizado, la Secretaría de Gobernación puntualizó que la administración del presidente Felipe Calderón apoya a todas las autoridades locales comprometidas en la lucha contra la delincuencia organizada.

En un comunicado, Gobernación señaló que las recientes fugas de reos de los penales en Tamaulipas obedecen a actos de corrupción de ciertos funcionarios y su colusión con el crimen organizado, y rechazó que la delincuencia haya rebasado a las autoridades.

Un día antes, Hernández aseguró que los grupos delictivos han optado por rescatar presos, porque necesitan gente para la batalla que sostienen contra el Estado mexicano y entre ellos.

El 25 de marzo, 40 reos se fugaron caminando del penal estatal de Santa Adelaida, ubicado en Matamoros, apoyados por personal de custodia y con el auxilio de un comando armado que a bordo de vehículos los esperaba fuera.