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Paramos en el retén militar, nos dieron vía libre y nos atacaron

Nos dispararon por la espalda, acusan padres de los niños asesinados en NL
Corresponsales
Periódico La Jornada
Jueves 8 de abril de 2010, p. 7

Los padres de los dos niños que murieron luego de ser baleados por militares en un retén de Nuevo Laredo, Tamaulipas, exigieron que se realice una profunda investigación al presidente Felipe Calderón, al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, y al gobernador, Eugenio Hernández Flores.

En una carta dirigida a los funcionarios, enviada por conducto del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, exigen que se haga justicia por el daño infligido a su familia y que se castigue a los soldados que dieron muerte a sus hijos Martín y Bryan Almanza Salazar, de nueve y cinco años, respectivamente.

No pueden decir que nos confundieron, porque ya había suficiente luz del día. No entiendo por qué nos dispararon por la espalda, nos cazaron como si fuéramos animales y me quitaron a mis dos hijos, expresó Cinthia Josefina Salazar Castillo, madre de los menores, en la queja presentada ante el comité.

Reiteró que ella gritó a los militares que no dispararan, porque eran dos familias con niños, pero en respuesta sólo se escucharon ráfagas de armas de fuego y estallidos de granadas.

La madrugada del pasado domingo, dos familias integradas por siete infantes y cuatro adultos viajaban en una camioneta por la carretera ribereña, rumbo a la playa de Matamoros.

Cerca del kilómetro 118 –en el tramo Guerrero-Ciudad Mier– toparon con un retén del Ejército donde había al menos 50 soldados y cuatro vehículos militares.

Al pasar junto a los soldados bajamos totalmente la velocidad (del vehículo), bajamos los cristales y esperamos alguna indicación de revisión, pero uno de los militares hizo la seña para que continuáramos circulando, narró Martín Almanza Rodríguez, padre de los niños asesinados.

Después de pasar el retén, agregó, comenzaron a escuchar disparos, varios de los cuales impactaron en la camioneta, por lo que detuvimos la camioneta.

Sin embargo, continuaron los tiros y en ese momento nos dimos cuenta de que (la agresión) era hacia nosotros.

En el lugar murieron Martín y Bryan Almanza Salazar y resultaron heridos Martín Almanza Rodríguez, padre de los menores, y el cuñado de éste, Carlos Alfredo Rangel. Ambos convalecen en la Clínica de Especialidades de Nuevo Laredo.

En una parte de la misiva de los afectados, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo fija su postura sobre lo ocurrido. Asegura que ante la evidente participación de militares en los hechos, existe impunidad y protección por parte de las autoridades federales y de la propia Sedena al no iniciar una indagatoria contra los responsables.

Cuando acudió a su domicilio a recoger fotografías de sus hijos Martín y Bryan para ponerlas sobre sus ataúdes, Cinthia Salazar observó que más de 30 soldados rodeaban su vivienda, ubicada en la calle Esfinge, colonia Los Colorines, de Nuevo Laredo.

Explicó que a las 22:30 horas del martes, mientras los cuerpos de sus hijos estaban en la funeraria Cristo Rey y ella ingresó a su casa, los militares irrumpieron, tomaron fotografías, revisaron las habitaciones y la interrogaron.

Un representante del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos Vázquez, intervino en favor de la mujer para que los soldados permitieran retirarse a Cinthia y a una menor que la acompañaba.

Denuncian robo en Michoacán

María Isabel García, habitante de la cabecera municipal de Ziracuaretiro, Michoacán, denunció ante la subprocuraduría regional de Justicia, con sede en Uruapan, a militares que sustrajeron de su domicilio 55 mil pesos, aparatos eléctricos, teléfonos celulares y otros objetos, mientras ella vacacionaba en Zihuatanejo, Guerrero.

Explicó que sus familiares le dijeron que un grupo de soldados acordonó la zona donde está su vivienda, forzaron la cerradura de la puerta, ingresaron al inmueble y se llevaron los 55 mil pesos que iba a utilizar en el financiamiento de su tortillería.