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En esta guerra soy la gran perdedora, dice Emperatriz Castro al recuperar el cuerpo de su hijo

Entregan las FARC los restos de rehén muerto en cautiverio; la madre los recibe
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Llegada a Villavicencio, Colombia, de los restos de Julián Ernesto Guevara, fallecido el 20 de enero de 2006 cuando era cautivo de las FARC. La madre del coronel de la policía abraza a la senadora Piedad Córdoba, en medio de un grupo de integrantes de la misión humanitaria que concretó la entregaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de abril de 2010, p. 17

Villavicencio, Colombia, 1º de abril. Emperatriz Castro, madre del coronel de la policía colombiana Julián Ernesto Guevara, muerto en 2006 cuando era rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recibió hoy los restos de su hijo de manos de una misión humanitaria, que poco antes fueron entregados por el grupo guerrillero en una zona selvática del departamento de Guaviare.

Es mi anhelo, que después de años de incertidumbre y de esperar a Julián, por fin lo reciba para darle cristiana sepultura. En esta guerra de la cual soy la gran perdedora, sólo la entrega de mi hijo me devolverá la tranquilidad, expresó con dignidad y calma la madre, de 73 años, de cabello blanco y andar lento, momentos antes de que aterrizara el helicóptero que traía el féretro.

A la llegada de la misión –apoyada por helicópteros de la fuerza aérea de Brasil– al aeropuerto de Villavicencio, capital del departamento de Meta, el féretro que traía los restos de Guevara fue recibido por Emperatriz de Guevara, y la hija del oficial, Ana María, quienes junto a monseñor Leonardo Gómez rezaron junto al cuerpo.

Misión humanitaria encabezada por Piedad Córdoba

Emperatriz se abrazó con la senadora Piedad Córdoba, que encabezó la misión humanitaria junto con monseñor Gómez y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El vocero de ese organismo, Adolfo Beteta, se congratuló por el éxito del operativo para rescatar los restos de Guevara, a quien las FARC rindieron honores militares durante la entrega.

En Villavicencio la familia entregó los restos a funcionarios de la fiscalía, que lo llevaron a Bogotá donde especialistas corroborarán su identidad. Así, Emperatriz deberá esperar unos días más antes de despedirse definitivamente de su hijo, recientemente ascendido a coronel de manera póstuma.

La entrega de los restos de Guevara, anunciada por las FARC desde abril de 2009, comenzó en la mañana con la llegada de la misión desde Villavicencio a una zona selvática del Guaviare. Fue la tercera fase desde que inició el operativo el pasado domingo, en que además recobraron la libertad el soldado Josué Calvo y el sargento Pablo Moncayo, quien estuvo secuestrado más de 12 años.

Al momento de la entrega, los rebeldes le rindieron honores militares al coronel que falleció aparentemente por una enfermedad.

Guerrilleros y guerrilleras de las FARC dijeron que le rendían honores a un héroe de la Patria. Hubo dos filas de guerrilleros a cada lado del ataúd y le rindieron honores militares porque, según dijeron, fue capturado en combate y muerto como prisionero de guerra, señaló la senadora Piedad Córdoba.

La legisladora dijo que la entrega de los restos de Guevara debe hacer reflexionar sobre la necesidad de buscar un canje humanitario entre el gobierno y la guerrilla, en alusión a los últimos 22 rehenes entre policías y soldados que la insurgencia quiere intercambiar por unos 500 rebeldes encarcelados. Dijo que buscará apoyo internacional para ese canje en un viaje que hará a Europa.

Las gestiones de la misión humanitaria fueron destacadas por el comisionado de paz gubernamental, Frank Pearl, que dio un especial agradecimiento al gobierno de Brasil por la logística prestada y reiteró su condena al secuestro.

Para facilitar la entrega de los restos, el ejército suspendió sus operaciones militares en una región entre los departamentos de Meta y Guaviare.

Guevara fue tomado como rehén el primero de noviembre de 1998, en la sangrienta toma de las FARC de la ciudad de Mitú, al sureste del país, en la que murieron unas 40 personas y más de 50 integrantes de la fuerza pública fueron hechos prisioneros. Pero la mayoría de ellos fueron liberados a través de un canje humanitario firmado en 2001 entre el gobierno de la época y las FARC.

El oficial falleció el 20 de enero de 2006, a los 41 años, según la guerrilla, por enfermedad.