Economía
Ver día anteriorMiércoles 31 de marzo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Rechazo al billete de mil pesos por falsificación
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de marzo de 2010, p. 20

La proliferación de billetes apócrifos de mil pesos ha orillado a una amplia variedad de comercios y establecimientos de servicios a objetar este medio de pago, el cual registra un incremento de 200 por ciento en su falsificación durante los últimos tres años, indican informes del Banco de México.

Ningún billete, según los registros del banco central, ha sido tan falsificado en los últimos 10 años como el de mil pesos. Sólo en 2009 fueron detectados 393.3 piezas hechizas de esta denominación por cada millón de billetes que circularon en la economía mexicana, cuando en 2006 la razón era de 131.1 por millón.

Tan desconocidos para la mayor parte de la población como anhelados por la delincuencia, la marca histórica de falsificación en la década la ostenta el billete de mil pesos y fue impuesta en 2008 con 416.8 espurias por cada millón legal. El segundo lugar lo mantiene el de 50 pesos, con una relación de 249.3 billetes falsos localizados en cada millón de piezas que circulaban en 2005.

Los registros oficiales indican que desde 2006 los falsificadores decidieron irse a lo grande y concentraron su objetivo en la elaboración de billetes cachirules de mil pesos. En 2005, por ejemplo, se localizaron 50.3 piezas falsas por cada millón en circulación y un año antes la relación era de 10. Visto así, entonces la falsificación de estos billetes fue 37 veces mayor en 2009 que en 2004 y casi siete veces más elevada que en 2005.

Crimen voraz

Esta multiplicación de piezas apócrifas de mil pesos, tan parecidas a los billetes reales, se expresa en lacónicos avisos al público colocados en algunos establecimientos comerciales y de servicios que simplemente rezan: No aceptamos billetes de mil pesos.

Los billetes de menor denominación, como el de 20, 50 y 100 pesos han decaído en el interés de los falsificadores en los últimos tres años. El de 200 pesos, sometido a rigurosos escrutinios por los comercios, vio aumentar 53 por ciento su falsificación de 2007 a 2009, mientras el de 500 pesos se ha mantenido constante en más de 90 piezas apócrifas por cada millón en circulación.

Pero el de a mil, que escapa al escrutinio de la población porque es un problema tenerlo como medio de cambio para pagar el pan, las tortillas o colectivos, metrobus, metro o taxis, supera todas las marcas de la familia de billetes que circulan en el país como medio de pago legal.