Cierta desorganización, algunas confusiones y hasta una polémica, pero sobre todo muchas gangas y solidaridad, caracterizaron la subasta de más de 70 fotografías en beneficio de los damnificados por los terremotos en Haití.

Del total de fotos se vendieron unas 40, por un monto aproximado de 400 mil pesos, que serán entregados a la organización humanitaria independiente Médicos Sin Fronteras para aplicarlos en el país caribeño.

La noche del miércoles, durante tres horas fungieron como subastadores la editora Déborah Holtz, el museógrafo Marco Barrera, el promotor cultural Eduardo Vázquez Martín y Estela Treviño, directora del Museo Archivo de la Fotografía (MAF), lugar de la puja.

El momento de mayor tensión sucedió cuando ofrecieron una de las obras más codiciadas, el fotograbado Hombre serpiente, del artista Francisco Toledo.

En la puja participó Estela Treviño, quien logró quedarse con la fotografía por 27 mil pesos, pero la artista Graciela Iturbide, sentada entre el público, recordó que los subastadores no pueden competir por las obras ofrecidas.

Treviño aclaró que lo hizo en nombre de Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, quien quería esa foto para el MAF. Con la paleta número 1, Cepeda había comprado algunas obras, como un díptico de Virginia Beahan, por 26 mil pesos, pero para esa hora ya se había retirado.

Minutos más tarde, Treviño anunció que renunciaba a la fotografía de Toledo y se la cedía al titular de la paleta 8, quien en la puja había ofrecido 26 mil 500 pesos.

Se generó entonces una polémica: aceptar la propuesta de Treviño o comenzar de nuevo la puja a partir del precio de salida de 19 mil 500 pesos (cifra de por sí rebajada, porque el monto original iba a ser de 26 mil pesos).

Imperó esta segunda propuesta, aunque como ya no hubo puja el titular de la paleta 8 se quedó con Hombre serpiente, por 19 mil 500 pesos. Eduardo Vázquez lamentó que se dejaran de percibir 7 mil 500 pesos menos para Haití.

La obra que logró el mayor precio fue del fotógrafo estadunidense Louis Faurer, la pequeña pieza titulada 14 th St./Horn and Hardart, NY City (1981), plata sobre gelatina, vendida en 21 mil 500 pesos.

Del guatemalteco-argentino Luis González Palma se vendió The windows of ner dress, en 20 mil pesos, también obtenida por el generoso titular de la paleta 8. De la propia Graciela Iturbide se vendió Roma, en 19 mil pesos, aunque por Haití su precio de salida se rebajó de 45 mil 500 a 13 mil, verdadera ganga, como cantaban los cuatro subastadores.

Generosidad de Pedro Meyer

Otro fotógrafo que causó conmoción en la puja fue Enrique Bostelmann, con Pensando, que de 7 mil pesos de salida multiplicó su precio a 17 mil en favor de la paleta 13, cuyo titular era el destacado músico británico Michael Nyman, radicado en la ciudad de México, quien compró varias obras.

Junto a Nyman estaba Pedro Meyer, quien aparte de adquirir varias fotos apoyó la subasta con Asiento de tigre, que autorizó rebajar ¡de 39 mil pesos a sólo 3 mil! Tras la puja, la pieza alcanzó los 8 mil 500 pesos.

Javier Hinojosa, también presente, propició de igual modo los aplausos, pues su foto Árbol fue vendida en 19 mil pesos, luego de un precio de salida de 10 mil.

Otros autores bien vendidos fueron Lázaro Blanco, Carlos Jurado, Patricia Lagarde, Leo Matiz, Ralph Steiner y Jeff Bridges, éste también reconocido actor que suele tomar fotos tras bambalinas.

Sin embargo, varias obras de autores reconocidos se quedaron sin vender, como las de Martin Parr, Jessica Lange, Manfred Müller o Antonin Kratochvil, aportados por la Rose Gallery, aunque otros artistas de esta casa sí encontraron comprador.

Tras varias confusiones en precios, obras, autores y continuidad, la subasta, que había comenzado alrededor de las ocho de la noche, concluyó a las 23 horas. Todos se mostraban cansados, pero Liesbeth Aelbrecht, representante de Médicos Sin Fronteras, dijo a La Jornada estar impresionada por la solidaridad desde México para Haití.