Bayreuth, Alemania, 22 de marzo. Wolfgang Wagner, nieto del compositor Richard Wagner y durante largo tiempo director de los Festivales Wagnerianos de Bayreuth, el certamen musical más importante de Alemania, murió el domingo.

Durante 57 años, de 1951 a 2008, Wagner dirigió ese festival, denominado la Colina Verde. El primero de septiembre de 2008, dos días después de su 89 cumpleaños, delegó su puesto vitalicio en sus hijas y hermanastras entre sí, Eva Wagner-Pasquier, de 64 años, y Katharina Wagner, de 31.

El deceso de Wolfgang Wagner, a los 90 años, ocurrió en su casa de Bayreuth, la ciudad en la que cada año vio celebrarse el festival en honor de su abuelo.

Hoy, directores, artistas y políticos elogiaron su carrera y dedicación. El presidente de Alemania, Horst Köhler, escribió una carta a sus hijas en la que destaca que, con la muerte de Wolfgang Wagner, Bayreuth y el mundo de la ópera pierden a uno de sus grandes.

Köhler añadió que Wagner supo cuidar y continuar el legado de su abuelo. Además, consiguó mejorar el prestigio de nuestro país, agregó.

El director de la Ópera Estatal de Viena, Ioan Holender, enfatizó que de los grandes, él era el más grande.

Él fue la mayor alegría que me pude llevar nunca, dijo el director Christoph Schlingensief, quien desde 2004 llevó Parsifal a la Colina Verde.

El director y pianista argentino-israelí Daniel Barenboim lo calificó de maestro ejemplar. Siempre he admirado la lealtad que tenía y que, siendo director de ópera, mantenía hacia los directores escénicos, dijo.

Wolfgang Wagner intentó ver el mundo con los ojos de su abuelo y no ver a su abuelo como el mundo lo miraba.

Para el ministro alemán de Cultura, Bernd Neumann, Wagner fue el gran renovador musical en la Alemania de la posguerra. Aunque era considerado un director conservador, desarrolló, aprobó y apoyó nuevas interpretaciones que para muchos eran provocadoras, recordó.