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Palabras en reposo busca reflejar su alegría de vivir, consideró el realizador Modesto López

En documental, Alí Chumacero narra con poesía 92 años de vida

Algunos que se decían conocedores de su obra se sorprendieron con el filme, afirmó

Incluye testimonios de Carlos Montemayor, Juan Gelman, Hugo Gutiérrez-Vega y Marco Antonio Campos

Foto
Sobre estas líneas, en una imagen de 2007, Alí Chumacero y Carlos Montemayor, recién fallecido, en las escalinatas del Palacio de Bellas ArtesFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de marzo de 2010, p. 8

Alí Chumacero en vida, en su propia voz, con su arte poético, en un documental de poco más de 50 minutos que resume sus casi 92 años de existencia, que cumplirá el próximo 9 de julio.

La producción se llama Palabras en reposo, dirigido por Modesto López, la cual cuenta con la participación de pensadores y conocedores de la obra de Alí, que, no obstante sus dimensiones abstractas, es absolutamente terrenal, y el cual se presentará el lunes 22 de marzo, a las 19 horas, en la Sala 4 de la Cineteca Nacional.

La invitación a esta fiesta de la palabra es de Ediciones Pentagrama, Producciones Chimalli y el Fondo de Cultura Económica; la entrada será gratuita.

En entrevista, Modesto López expresó que este documental se inició durante el festejo del cumpleaños de Enriqueta Ochoa, donde estaban reunidos él, Eduardo Langagne y Jorge Asbun, entre otros amigos. “Asbun me ayudó a hacer las entrevistas con Alí; registramos imágenes del homenaje que se rindió al poeta en Bellas Artes. Siguió la búsqueda ardua de documentos y fotografías. El producto final, un documental que muestra los orígenes, pasajes de la vida y algunas de sus obras leídas por él. Grabamos testimonios de Carlos Montemayor, de Juan Gelman, de Hugo Gutiérrez-Vega y de Marco Antonio Campos.

“Incluye un pequeño descanso musical, donde Rafael Mendoza interpreta una pieza de Alí, titulada En el desierto, con arreglos y guitarra de Ángel Chacón.”

Hombre de letras

Para López, director de Ediciones Pentagrama, un detalle importante es que la poesía de Alí es abstracta y difícil, por lo que “podría caerse en la obviedad en el momento de ilustrar su obra. Es una vida enorme en tan poco verso, narrado en 53 minutos. Se trataba de reflejar la importancia de uno de los grandes poetas en habla hispana, con toda su alegría de vivir. En el caso del tiempo, debió tomarse en cuenta que Alí no sólo es poeta, sino formador de generaciones de editores, orgulloso de ser un hombre de letras en toda su dimensión.

Ha sido y es amante de la tinta. Lleva 60 años trabajando en el Fondo de Cultura Económica. Su actividad laboral la convirtió en modo de vida, en su mundo, creado desde niño, a fuerza de ir sumando libro tras libro, lectura tras lectura, poema tras poema. Además, ha sido un hombre respetado y escuchado en sus opiniones, desde su faceta de corrector de estilo y pruebas, hasta en sus ideas como ser social. Es realmente muy difícil hallar a una persona que a la edad de 90 años sea tan coherente.

López definió esta empresa como labor de promoción cultural. “El documental es, en este caso, otra dimensión de lo cultural. El resultado debía ser y, es, accesible para todos, para que el público conozca y descubra al poeta. Busqué sacar un poco de los libros y las letras para escucharlos y verlos documentalmente. Creo que hago documentales de poetas –realizó uno de Ernesto Cardenal–, porque soy uno frustrado; pero, bueno, lo que he leído de poesía lo pongo al servicio del documental. Es interesante ver la reacción del público de diferentes países de América Latina cuando ven un documental sobre un poeta. Algunos documentales han sido proyectados en sitios donde nunca se había escuchado poesía, a través de este medio. A Alí le mostré el documental sobre su vida acompañado de su familia, y fue muy emocionante. Otras personas que lo han visto y que se decían conocedores de este creador se han sorprendido y han comentado que no conocían lo que se pasa en el documental.

“La poesía de Chumacero alegra el corazón. Sus familiares más cercanos lloraron al ver la profundidad de Alí. Que él y su familia aprobaran el documental fue pasar una prueba de fuego.

Debe tomarse en cuenta que muchas fotografías de Alí están extraviadas.

El documental se puede comprar en librerías y tiendas de discos, con un precio promedio de 120 pesos.