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El ex guerrillero tupamaro se declara tremendamente republicano y democrático

Asume José Mujica la presidencia de Uruguay; mantendrá políticas sociales de Tabaré Vázquez

Seremos perros en la vigilancia del sistema financiero, advierte en su discurso ante el Legislativo

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José Mujica saluda a simpatizantes que llevaron fotografías de familiares y amigos desaparecidos durante la dictadura a la Plaza Independencia, en Montevideo, donde ayer recibió la banda presidencial de manos de su predecesor, Tabaré Vázquez, en un acto públicoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de marzo de 2010, p. 23

Montevideo, 1º de marzo. El ex guerrillero tupamaro José Mujica asumió este lunes la presidencia de Uruguay, y en medio de llamados a la unidad latinoamericana afirmó que su país seguirá en el Mercosur hasta que la muerte nos separe.

En el discurso de 50 minutos que pronunció ante la Asamblea General Legislativa, el mandatario pidió a los socios mayores del organismo regional –Argentina, Brasil y Paraguay– tener una actitud recíproca.

Mujica hizo también una referencia indirecta a la tirante relación con Argentina, país con el que Uruguay tuvo roces en años recientes a causa de una planta de tratamiento de celulosa que se instaló en la frontera común, ante protestas de ecologistas argentinos. Que el bicentenario nos encuentre con un Río de la Plata más angosto y despejados todos los caminos.

Consciente de la responsabilidad que enfrenta ahora como jefe de Estado, el ex guerrillero prometió tener una macroeconomía ortodoxa y prolija, y al mismo tiempo continuar con las políticas sociales emprendidas por su antecesor, el también izquierdista Tabaré Vázquez.

Convoca al diálogo

Apoyado en las calles por una multitud que ondeaba banderas de Uruguay y del gobernante Frente Amplio, Mujica hizo también un llamado al diálogo a todos los partidos para buscar la gobernabilidad y la resolución de los conflictos del país.

Sería contranatura que nos dedicáramos a confrontar y no a concertar. Las batallas por el todo o nada son el mejor camino para que nada cambie y todo se estanque, dijo el mandatario frente a varios presidentes de América Latina y otros invitados de honor.

Mujica, de 74 años, prometió también un estricto manejo de la economía y del sistema bancario, herramienta vital en la estabilidad del país sudamericano, de 3.3 millones de habitantes, y uno de los que mejor han sorteado la crisis financiera mundial.

Una macroeconomía prolija es un prerrequisito para todo lo demás. Vamos a ser ortodoxos en la macroeconomía y lo vamos a compensar siendo innovadores y atrevidos en otros aspectos, aseveró.

El manejo del dinero será uno de los retos más importantes para el gobierno entrante. De acuerdo con algunos analistas, Mujica tendrá una situación fiscal limitada y fuertes vencimientos de deuda, lo que posiblemente causará algunos ajustes en la política social de su gobierno.

Seremos serios en los gastos, en la política fiscal, en la política monetaria. Seremos más que serios, seremos perros en la vigilancia del sistema financiero, enfatizó.

Además de la economía, Mujica deberá recomponer la relación con Argentina, tema que afecta su agenda de comercio y turismo. En alusión a todos estos desafíos, el nuevo mandatario dijo: hoy todo es miel. Hoy es el cielo, mañana empieza el purgatorio.

Al margen de todos los problemas que deberá enfrentar, el presidente también mostró una actitud optimista y presumió los alcances que ha tenido su país, que creció dos por ciento el año pasado con todo y crisis, y que podría llegar a 4 por ciento en 2010.

Somos un país admirable para vivir, pequeño, sin multitudes, sin megalópolis, con ministros que caminan por las calles sin escolta, descuidados. Somos un país que ama los fines de semana largos tanto como la libertad. Estamos esperando no sólo turistas, sino mucha gente que venga a residir, porque este es un país donde vale la pena vivir, dijo.

Luego de encomiar los logros del gobierno saliente, Mujica recibió de manos de su predecesor, el oncólogo Tabaré Vázquez, la banda presidencial en un acto público celebrado en la Plaza Independencia. Es la primera vez en la historia uruguaya que un presidente de izquierda entrega el gobierno a otro de la misma tendencia.

Ahí, el mandatario se dijo tremendamente republicano y somáticamente democrático, y advirtió que en su administración todo será negociable, menos la voluntad de barrer la indigencia, disminuir la pobreza y masificar el conocimiento y la cultura.

A la ceremonia en el Congreso acudieron seis mandatarios latinoamericanos, el príncipe Felipe de Borbón y la secretaria estadunidense de Estado Hillary Clinton, quien subrayó los logros de Uruguay y le ofreció la cooperación de Washington en educación, tecnología, negocios e inversiones.

Su país, presidente electo Mujica, es un modelo para muchos otros, no sólo en nuestro hemisferio, sino en todo el mundo, destacó Clinton en su mensaje.

El mandatario colombiano Álvaro Uribe vaticinó excelentes relaciones bilaterales con Montevideo, sin hacer mención explícita del ofrecimiento de Mujica de mediar en la tensa relación entre Bogotá y Caracas.

En el otro extremo del panorama ideológico, el presidente venezolano Hugo Chávez celebró la llegada del ex tupamaro al poder, y consideró que con ello continúa el parto de la nueva historia en América Latina.

Hay que tener conciencia de eso. Este hombre (Mujica) estuvo preso, fue perseguido, torturado. Muchos quedaron en el camino. Algunos pretendieron clausurar esa historia. Ha vuelto la historia. El Pepe para el frente, síguelo, apóyalo, exclamó Chávez.