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Las hijas de Teresa y Ana María Pecanins abren exposición en la galería de Durango 186

Rinden homenaje a las Pecas, esas eternas adolescentes

Pasodoble: memoria y presencia reúne cuadros, chácharas, fotografías y documentos

Todo lo hacían con una visión generosa, de empatía con los artistas, subrayan

Foto
Betsy y Yani Pecanins, junto a una fotografía de sus respectivas madres, las Pecas, durante la entrevista con La JornadaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de febrero de 2010, p. 2

Solidarias, rebeldes, apasionadas, trabajadoras, entusiastas, emprendedoras, alivianadas, estrafalarias, coquetas y vanidosas, así eran las gemelas Pecanins, Teresa y Ana María, quienes fallecieron el 14 de agosto y el 8 de diciembre del año pasado, respectivamente.

Esas características son las que sus respectivas hijas, Yani y Betsy, buscan transmitir mediante Pasodoble: memoria y presencia, exposición en honor de esas eternas adolescentes que hoy será inaugurada a las 12:30 horas en la Galería Pecanins (calle Durango 186, colonia Roma), espacio fundada por Tere, Ana María y su hermana Montserrat hace 45 años.

Para mostrar quiénes eran ellas las primas mostrarán cosas de su casa, de su intimidad, para compartirlas.

Cuadros que tenían en su departamento de la autoría de amigos muy queridos han sido colgados bajo el mismo criterio en la galería. Se exhiben obras de Manuel Felguérez, Gabriel Ramírez, Pedro Friedeberg, Philip Bragar, Brian Nissen, Roger von Gunten, Myra Landau, Joy Laville, Gabriel Macotela, Josep Guinovart, Josep Bartolí y Alan Glass, entre otros.

También participan el crítico de arte Luis Carlos Emerich y la cineasta Marcela Fernández Violante.

Nada las frenaba

Hay una sección de fotografías de las Pecas, con amigos de fiesta y las exposiciones, y otra con imágenes de su familia, para contar la historia de su llegada a México y su vida en este país. Se incluye la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, entregada por el rey Juan Carlos de Borbón, así como los premios que recibió Tere por su trabajo de directora artística de cine en películas como Goitia.

Asimismo, hay un apartado alusivo a las noticias de prensa e información sobre el Salón Independiente del que las gemelas Pecanins fueron muy entusiastas.

Otro de los cuartos de la galería ha sido ambientado como un rincón de su casa, con chácharas viejas que Tere usaba para sus filmes y grabados hechos por Ana María para ilustrar los cuentos que en una época de su vida escribió. En la medida en que las Pecas eran conocidas por su forma de vestir: faldas largas, anchos cinturones, collares, hay un perchero con algunas de sus prendas.

Para la artista visual Yani Pecanins su mamá y su tía proyectaban una imagen de “unas chavas muy alivianadas, porque siempre fueron chavas. Les de-cíamos las eternas adolescentes. Hacia afuera tenían una imagen de muy solidarias, apasionadas y trabajadoras. Y, hacia adentro, por lo menos en mi caso –creo que en el de Betsy también– está la imagen de mujeres muy fuertes, muy emprendedoras.

Nada las frenaba para hacer lo que querían, muy dedicadas a sus pasiones. Una era la pintura, por eso la galería les era tan importante. Trabajaron casi hasta el último día de sus vidas. Aparte, mi mamá era mi amiga, mi cómplice, mi cuata, mi todo porque nuestra relación era muy estrecha.

De acuerdo con la cantante Betsy Pecanins, las gemelas todo lo hacían con una visión generosa, de empatía con los artistas: Tengo una admiración enorme por mi madre, por su fortaleza. Fueron dos mujeres que tuvieron una educación mínima y es impresionante las cosas que hicieron para la cultura a una escala muy grande, porque estuvieron presentes en muchísimas actividades. Mucho de lo que somos es gracias a ellas, por su solidaridad, su generosidad, por compartir tantas cosas con nosotras.

En Pasodoble se siente el transcurrir del tiempo. Para su realización Yani y Betsy se fueron a casa de las gemelas –también vivían juntas– a rascar, a ver qué hay en esta caja. Hemos sacado la historia en todas las épocas, la hippy, la a go go, porque guardaban todo.

Por lo general los adolescentes quieren ser más gruesos que sus padres, pero eso fue imposible con semejantes madres, apunta Yani.

“Si querías rebelarte un poco, pues no, porque las más rebeldes eran ellas –agrega Betsy–. Casi nos convertimos en madres de nuestras mamás. Siguieron teniendo su espíritu rebelde toda su vida y eso se reflejó en el trabajo de la galería a lo largo de cuatro décadas y media. Exhi-bían lo que les pareciera, aunque no se vendiera.”

Pasión y visión por el arte

¿Qué significó la galería para las Pecas? Responde Yani: Su vida, porque eran muy entregadas a ella. Tener una galería fue una manera de expresar su creatividad, porque las exposiciones que hacían las vivían como propias, casi como si ellas hubieran hecho la obra.

Betsy: No era un negocio en el que contratas a alguien para que te arme las exhibiciones. Todo tenía que ver con ellas, con su pasión por el arte, con su visión. Tenían una gran visión, eran mujeres muy visuales.

En cuanto al futuro de la galería, Yani expresa: “Tenemos proyectos, pero no hemos acabado de amarrarlos. A lo mejor expone aquí Jordi Boldó. Pero hay otras cosas. Hemos estado muy metidas en esta exposición que nos ha hecho esforzarnos, ir a buscar cosas, acordarnos, mover los sentimientos.

No ha sido fácil, pues hace poquito que esto pasó y la casa de ellas es un mundo para sacar cosas esenciales, muestras de lo que ellas han sido realmente.