Estudiantes universitarios manifestaron frente al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, su malestar por los bajos apoyos presupuestales a la educación superior.

Cuando el funcionario inició su participación en el seminario La reforma del Estado: un diálogo universitario, efectuado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), unos 15 jóvenes se levantaron con pancartas en las que mostraron su rechazo a la política en educación superior.

El recorte al presupuesto de las universidades públicas pone en riesgo el futuro de miles de jóvenes ¿y usted en campaña?, “Siete millones de jóvenes ni estudian ni trabajan (Nini)”, “No quiero ser Nini”, Ni un peso atrás (en los presupuestos educativos), Para 2010 se le recortaron mil 706 millones de pesos a la educación superior, 50 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años no tienen acceso a la instrucción, Educación, ciencia y cultura deben ser una prioridad nacional, Más presupuesto a universidades, menos problemas nacionales.

Por casi 10 minutos los estudiantes de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional y de las universidades Autónoma Metropolitana y Autónoma de la Ciudad de México, agrupados en las Redes Universitarias, mantuvieron frente a Lujambio las pancartas –protesta que se desarrolló en absoluto silencio– sin que el funcionario dirigiera la mirada hacia el auditorio al continuar con su alocución. Posteriormente se retiraron del recinto.

Al final de la mesa, Lujambio aseguró en entrevista que el recorte –de mil 706 millones de pesos para este nivel académico– no lo decretó el Ejecutivo federal. Nosotros registramos lo que finalmente aprobó la Cámara de Diputados. No olvidemos la diferencia entre lo que eventualmente iba a votar la Cámara y lo que finalmente votó.

Dijo que escuchó, con todo respeto, los señalamientos de los estudiantes, pero esa diferencia (en el presupuesto) de que hablan se explica estrictamente por la decisión soberana de la Cámara de Diputados. El Poder Ejecutivo de ninguna manera formuló una reducción en contra de la voluntad de la representación política.

El primero de enero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó en su portal de Internet un presupuesto menor al aprobado por los diputados para educación superior. Así, mientras el Legislativo acordó otorgar 86 mil 375 millones de pesos a ese sector, en el sitio oficial de la dependencia se asignaban 84 mil 669 millones. Directivos de varias universidades han aceptado que hubo un recorte y que gestionan para evitarlo; sin embargo, hasta el momento sólo la UNAM ha conseguido que no se le disminuya su presupuesto.

Sobre este punto, el titular de la SEP indicó que las autoridades federales estamos en el análisis, junto con las universidades, de los ajustes para potenciar, desde la perspectiva de la SEP, los presupuestos; ese es un proceso deliberativo en el que estamos todos.

A su salida del auditorio, los universitarios leyeron una carta que intentaron entregar a Lujambio en la que advirtieron que es preocupante que la educación superior no sea una prioridad nacional cuando sabemos que miles de jóvenes no acceden a ese derecho.

Futuro violento

Recordaron que de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Juventud 2005 sólo 36.85 por ciento de la población de entre 15 y 29 años estudia, es decir que más de 60 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar (alrededor de 18 millones 443 mil personas) no pueden hacerlo, además de que 22 por ciento (más de 7 millones) de las personas entre 12 y 29 años no estudia ni trabaja.

No es posible que el único futuro que el gobierno deja a los jóvenes esté en la violencia, la delincuencia o en la muerte, como ocurrió a nuestros compañeros estudiantes de Ciudad Juárez. Las prioridades de la SEP deberían centrarse en abatir el rezago educativo y en abrir nuevos planteles académicos, y no en promocionar (la elección presidencial) 2012.

Demandaron una política de Estado para la educación superior que establezca presupuestos multianuales y recursos etiquetados para acrecentar las matrículas en bachillerato y licenciatura.