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Considera que el instituto pone en riesgo su credibilidad de cara a los comicios de 2012

Alarma al consejero Gómez Alcántar que el IFE carezca de autocrítica
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de febrero de 2010, p. 11

En la elaboración del denominado Libro blanco en el que el Instituto Federal Electoral (IFE) hace un balance de la aplicación de las reformas legales en los comicios, no existe esbozo alguno de autocrítica, a pesar de que hubo errores y omisiones en materia de radio y televisión, así como en el desahogo de las quejas mediante los procedimientos especiales sancionadores, sostuvo el consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar.

Sostuvo que el papel del IFE en las tareas de arbitraje no fue sustancial en la polémica elección presidencial de 2006 ni en los pasados comicios intermedios, por lo que el instituto no puede ampararse en los resultados y la participación ciudadana para justificar su actuación, porque estaría condenado a repetir los errores en 2012, cuando se espera una elección muy cerrada, lo que pondría en entredicho su desempeño.

Al citar algunos ejemplos de las deficiencias mostradas por el IFE no recogidas en el Libro blanco, señaló que de las 355 quejas que presentaron los partidos, en cerca de 250 casos el instituto determinó no revisar el fondo, por considerarlas improcedentes. 

Sin embargo, de los 20 recursos de impugnación que presentaron los partidos contra la decisión de la autoridad, el IFE los perdió todos y fue necesario reponer el procedimiento y realizar las indagatorias ordenadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Consideró desmesurado que para el IFE casi 70 por ciento de las quejas presentadas por los partidos no hayan tenido los elementos mínimos para que se determinara investigarlas a fondo.

Aunado a ello, destacó que en el balance de la aplicación de la reforma tampoco se refiere que en más de 80 por ciento de los casos, el procesamiento de las quejas rebasó los cinco días fijados por la ley.

Esto obedece a que el diseño legal del procedimiento especial sancionador no funciona o a que el área jurídica responsable de aplicarla fue incapaz de realizarlo. Me inclino por esta última hipótesis, porque tenemos una especialista en derecho familiar al frente de la dirección jurídica.

Otro aspecto en el que se adolece de autocrítica en el Libro blanco es lo concerniente a la administración de los tiempos del Estado y el monitoreo de los promocionales.

Gómez Alcántar dijo que el sistema integral de administración de tiempos del Estado ya está operando, pero en los comicios de 2009 no había la información para acreditar el incumplimiento en la transmisión de anuncios.

Señaló que esto no se recoge en el documento, como otros temas, y apuntó que el IFE debería asumir que no se realizó el monitoreo en los pasados comicios.

Subrayó que en un proceso electoral cerrado, el comportamiento del IFE en los procedimientos especiales sancionadores y en el monitoreo de promocionales hubiera aportado elementos para que un partido acreditara la omisión de la autoridad electoral en sus funciones de arbitraje.