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La cinta, protagonizada por Denzel Washington, se estrenará el 29 de enero

“El libro de los secretos nos lleva a un futuro desolador, por un desastre natural o una guerra”
 
Periódico La Jornada
Martes 26 de enero de 2010, p. 9

Los Ángeles, 25 de enero. Se puede decir sin reservas que a Denzel Washington le ha tocado un hueso duro de roer, porque será el bueno de una película, El libro de los secretos (The Book of Eli), en la que el malo es uno de los grandes en ese aspecto, Gary Oldman.

En esta ocasión, Washington encarna a un soldado solitario que se enfrenta al autoproclamado tirano, Carnegie (Oldman), para conservar el libro que salvará a la humanidad.

La película de los hermanos Hughes, que se estrenó en Estados Unidos el pasado 15 de enero y en México comienza su corrida el próximo viernes, narra la historia de un caminante solitario que desde hace 30 años viaja hacia el oeste en busca de un lugar donde resguardar la única biblia que ha sobrevivido a una masiva destrucción del planeta.

Sin civilización ni ley

Este western post apocalíptico está ambientado en un mundo en el cual no hay civilización ni ley. Después de una guerra provocada por el enfrentamiento de las religiones, lo único que queda son caminos destruidos y desolados donde pululan ladrones que pueden llegar a matar por un par de zapatos o un poco de agua.

Fuimos conscientes de que teníamos que estar a tono con los judíos, los musulmanes, los budistas e incluso la religión de los indios americanos. La idea es que todos coincidieran en que se hablaba del mismo Dios, señaló Allen Hughes.

El libro de los secretos nos lleva a un futuro desolador, arrasado tal vez por una guerra nuclear, un desastre natural o la combinación de ambos (algo que el guión no determina), pero que en cualquier caso sirve para dar una clara idea de cómo sería el mundo para el ser humano en caso de que algo así llegara a suceder.”

Y entre todo el desastre brilla el espíritu de Eli, decidido a asumir el liderazgo de una sociedad perdida y a devolverle ciertos valores, pese al ambiente hostil. Washington, quien se sintió muy atraído por el proyecto como para ser no sólo intérprete, sino productor ejecutivo, explicó: Eli es un hombre en una misión de gran importancia, la cual ha llevado a cabo desde hace mucho tiempo. Cuando lo conocemos está cerca del final de esa misión, pero sus retos más importantes todavía están por llegar.

Es la antítesis de Carnegie, su más enconado enemigo en esta historia, un hombre que ha dedicado 30 años de su vida a crear un imperio por medio del control de recursos, como el agua, en las ruinas de un pueblo abandonado.

Ambos personajes buscan lo mismo, el último ejemplar de la Biblia sobre la Tierra, aunque con ideas diferentes de qué hacer con él. Para Eli es la posibilidad de usar su contenido para crear una civilización más justa y equilibrada, un nuevo comienzo después de la destrucción del mundo anterior, mientras para Carnegie es la opción de controlar aún más a la gente bajo la influencia del libro y expandir así su poder.

Carnegie es un dictador, constata Oldman, actor británico de 51 años. Pero también es inteligente y tiene una filosofía. Está familiarizado con el libro que porta Eli y sabe lo que puede conseguir por medio de él porque forma parte de su propia historia y de su infancia. Lo ha estado buscando durante años. Creo que estos dos hombres tienen la misma obsesión por el libro, aunque uno procede de un buen lugar y el otro de uno mucho más oscuro.

Al final, como explica el propio actor londinense, la cinta se convierte en una batalla de voluntades, con enfrentamientos dialécticos entre ambos y una potente descarga de artillería pesada en un mundo de abrigos y gafas de sol.

Además de Washington, ganador de dos Óscares, forman parte del reparto Mila Kunis, Ray Stevenson y Jennifer Beals.

La cinta fue rodada en su mayor parte en localidades de Nuevo México, especialmente en Albuquerque. Las tormentas de arena de la parte sur del estado lo hacían el lugar perfecto para mostrar la devastación del planeta; sin embargo, los productores tuvieron que echar mano de efectos especiales para mostrar localidades completamente desérticas.

Todas las tomas realizadas en la cinta en las que se muestra el horizonte o el fondo tuvieron que ser modificadas, aseguró John Farhat, supervisor de efectos especiales.

En espera del desembarco de los Óscares

Es, en definitiva, una cinta interesante para una época del año en la que poco se mueve en cartelera a la espera del desembarco de los Óscares en marzo, aunque los dos grandes nombres que contienden en esta historia futurista de ciencia ficción le auguran un posible buen desempeño a efectos de taquilla, algo fundamental en los tiempos que corren.

El libro de los secretos nos lleva a un futuro no muy lejano; unos 30 años después de la guerra final, un hombre solitario camina sobre la desolada tierra que una vez fue Estados Unidos. Ciudades vacías, autovías destrozadas, la tierra yerma. Todo a su alrededor denota la catástrofe de la destrucción total. No existe civilización ni ley. Las carreteras están en manos de pandillas que matarían por un par de zapatos o una pizca de agua, o sin razón alguna… Pero ninguno de ellos está a la altura de este viajero.