Al menos 145 de tres mil policías municipales de Ciudad Juárez, Chihuahua, renunciaron en los pasados tres meses por amenazas del crimen organizado, presiones familiares para encontrar empleos donde sus vidas no corran peligro e incluso porque no les gustó el trabajo, dijo Arturo Domínguez, regidor priísta y titular de la Comisión de Seguridad Pública del Cabildo.

Luis Villar –uno de los renunciantes– dijo que abandonó el servicio por miedo, al igual que otros compañeros, ya que se les adiestró en campos militares pero muchos de ellos iban a la calle con sólo una pistola, mientras los delincuentes usan rifles de asalto y otras armas de alto poder.

Mientras tanto, pese a la nutrida presencia de policías federales y militares, la violencia persiste en Ciudad Juárez, donde se cometieron siete de las 10 ejecuciones reportadas en Chihuahua, que incluyen a cuatro personas acribilladas cuando circulaban en un vehículo.

Junto a los anteriores ayer se reportaron otros seis asesinatos en varias entidades, entre ellos el de Érick Sosa González, policía municipal de Nezahualcóyotl, estado de México, abatido a tiros en la colonia Agua Azul cuando transitaba en un vehículo sin placas; así como los de Miriam Isais Esquivel y Valeria Ramírez Rodríguez (de 37 y 16 años), acribilladas el viernes en una taquería de Gómez Palacio, Durango.

En Sinaloa, las víctimas de un triple homicidio aparecieron este sábado cerca de la comunidad de Juan José Ríos, municipio de Guasave, y sus cadáveres apilados presentaban lesiones de bala, estaban atados de los pies y vendados de los ojos; mientras en Navolato, tres policías municipales que fueron levantados por sicarios reaparecieron golpeados y torturados.

En la misma entidad, el viernes, efectivos del Ejército incautaron 19 toneladas de mariguana en las inmediaciones del poblado El Zapote de los Cázares, municipio de Mocorito.

Además, en Michoacán, se informó que María de los Santos Gorrostieta Salazar, alcaldesa priísta de Tiquicheo, fue intervenida quirúrgicamente pero está muy débil por la pérdida de sangre y el daño que tuvo en órganos vitales tras el ataque a balazos de que fue víctima el viernes en Ciudad Altamirano, Guerrero, así como las secuelas del atentado al que ya sobrevivió en octubre de 2009.

Viernes y sábado –durante intensos patrullajes en Tiquicheo, municipio enclavado en la zona limítrofe con Guerrero– efectivos militares y policiales realizaron algunos decomisos de armas y municiones pero no se tuvo pista de los atacantes; mientras en la misma entidad fueron levantadas dos personas: Aarón Flores Isidro en Maruata, municipio de Aquila y un desconocido en El Ranchito, Coahuyana.