Economía
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Comerciantes fijan precios como les conviene, sin justificación, denuncia Alejandro Calvillo

Desatada, la especulación en la venta de alimentos en el país

Irresponsabilidad del gobierno por no frenarla; brutal diferencia en centrales de abasto y tiendas

 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de enero de 2010, p. 21

La abismal y brutal diferencia de precios en alimentos que existe en tiendas de autoservicio, mercados y tianguis respecto de las ventas al menudeo en centrales de abasto evidencia la especulación desatada entre todo tipo de comerciantes, pero demuestra también la irresponsabilidad del gobierno federal por no frenarla, sobre todo cuando argumenta que las alzas en gasolinas, impuestos y servicios públicos no justifican tal escalada, advirtió Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor (EPC).

Hay una especulación muy fuerte tanto de grandes empresas y cadenas de supermercados, como de mercados establecidos y sobre ruedas. Están sacando tajada y los comerciantes fijan precios como les conviene, sin justificación. Aprovechan cualquier circunstancia para encarecer los productos y qué mejor justificación que el debate en los medios sobre las alzas. Es irracional el incremento en los precios de los alimentos, porque no es proporcional respecto del alza a gasolinas, advirtió.

Si bien dijo que los precios oficiales o fijos dejaron de existir hace años y todo se rige por la ley de la oferta y la demanda, Calvillo fustigó la omisión en que han incurrido las autoridades frente al encarecimiento de los productos básicos, pero principalmente los alimentos.

“Creo que hay una gran responsabilidad del Estado en la falta de control de la especulación. Al no haber topes, aquellas empresas que tienen controles monopólico del mercado pueden ponerse de acuerdo para subir los precios para obtener mayores ganancias porque no tienen competencia. Esas prácticas son sancionadas en otros país con cientos de miles de millones de pesos”, refirió.

Para garantizar precios accesibles a la población, plantea que el gobierno tenga programas de abasto directo, similar al que lanzó el Gobierno del Distrito Federal con la Central de Abastos local (Ceda) para vender frutas y verduras en las colonias populares, aunque acotó que éste resultó muy limitado.

En cuanto a la actuación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el director de EPC dijo si bien tiene atribuciones muy acotadas por la ley, por lo menos debería ampliar el monitoreo de precios e intensificar su difusión entre la gente por zonas, más allá de su página electrónica.

Los listados de precios que presenta, dijo, deben tener más detalles sobre los establecimientos que se monitorean, así como ampliar la revisión a tianguis y mercados sobre ruedas, presentar los resultados a la población en carteles y otros medios en cada zona.

El listado Quién es quién en los precios de Profeco presenta el nombre de sólo dos establecimientos comerciales, el que ofrece el precio máximo y el mínimo. Si el consumidor desea obtener más detalles sobre los precios por negocios y zona, debe consultarlo en la sección denominada Canasta inteligente, en el portal electrónico de la dependencia.

A nivel de los consumidores, el director de EPC dijo que la creación de cooperativas entre cuatro o cinco familias resulta una alternativa para comprar más barato en las centrales de abasto.

Recordó que la semana pasada, EPC, Oxfam México y El Barzón presentaron un monitoreo de una canasta de 15 frutas y verduras realizado en supermercados, mercados sobre ruedas y el área de venta al menudeo de la Ceda, donde los precios son hasta 30 por ciento más caros respecto al área de mayoreo.