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Asisten los mandatarios Michelle Bachelet, Hugo Chávez, Rafael Correa y Fernando Lugo

Jura Evo Morales, con nuevos símbolos, como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia

Álvaro García Linera, investido vicepresidente por la titular del Senado, María Romero de Campero

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El mandatario boliviano y su vicepresidente (izquierda) saludan a seguidores en el Congreso NacionalFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 23 de enero de 2010, p. 19

La Paz, 22 de enero. Con nuevos símbolos que sustituyen a los de la república liberal colonial y ante un ejemplar de la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia –la Biblia y el crucifijo desaparecieron de la escena–, Juan Evo Morales Ayma juró este viernes como presidente para cumplir un segundo mandato, esta vez de cinco años, al frente del país.

El ex líder cocalero, de 50 años de edad, llegó a la presidencia en 2006 tras ganar con 54 por ciento de los votos, y revalidó el cargo en las elecciones de diciembre pasado, cuando obtuvo 64 por ciento de los sufragios.

Previamente fue investido por la presidenta del Senado, Ana María Romero de Campero, como vicepresidente para este segundo mandato Álvaro García Linera, quien fungirá también como presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Al hacer uso de la palabra, antes que Morales, García Linera, manifestó que el horizonte de Bolivia es socialista no sólo como contenido y desarrollo y profundización de la democracia sino como vía democrática al socialismo, algo que puede costar décadas o quizá siglos construir.

Morales Ayma juró por la patria y por el pueblo boliviano como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, con el puño izquierdo en alto y la palma de la mano derecha sobre el pecho.

García Linera le impuso una banda presidencial con listados verde, amarillo y rojo –colores de la bandera nacional– a la que se adicionó, además del escudo nacional, un bordado de la whipala (bandera indígena de cuadros multicolores) incorporada en la nueva Constitución boliviana como símbolo nacional.

A la ceremonia asistieron la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo, así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, entre otros.

Miles de indígenas, campesinos, obreros, gremiales, estudiantes abarrotaron la plaza Murillo, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, para acompañar la ceremonia con el sonido de sus pututus (trompetas de cuerno de toro) y bombos, y presenciar el desfile de los movimientos sociales y las fuerzas armadas que ya se ha hecho tradicional en los actos más importantes del gobierno.

Luego de su toma de posesión, Morales presentó un informe del resultado de sus cuatro años de gestión previa, en el que aseveró que se ha consolidado en Bolivia la democracia, no solamente representativa sino participativa, y que un Estado plurinacional, que es autonómico y solidario, nace ahora en sustitución de uno colonial, el que nos dejó en el penúltimo lugar de América Latina.

Reconoció que una de las debilidades de su gobierno es no haber logrado la industrialización del sector productivo, sobre todo de los hidrocarburos, si bien atribuyó los cambios en la administración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos a los ataques de la oposición.

Además, eludió mencionar las acusaciones de corrupción que tienen en la cárcel a su otrora amigo Santos Ramírez.

Agradeció la cooperación incondicional de Cuba y Venezuela con su gobierno e hizo un llamado a los países desarrollados, industrializados o del Occidente, a acabar con el hambre y no con el hombre, acabar con la miseria, la guerra y no con la naturaleza.