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Ver día anteriorJueves 31 de diciembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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a imprescindible editorial El Milagro, en coedición con la Universidad de Sonora, publicó algunas de las últimas obras del reconocido dramaturgo sonorense Cutberto López, con prólogo del teatrista sinaloense Rodolfo Arriaga Robles. Como muchos de los dramaturgos del norte del país, Cutberto no puede –o no quiere– desprenderse del cruel entorno que dan los tráficos de drogas y de personas, aunque puede expandir su universo dramático hacia otros temas, algunos de gran intimidad sin omitir miradas, así sean de soslayo, hacia las deformaciones de la sociedad, no sólo de su área geográfica, sino de toda la nación. Es muy interesante seguir los pasos del dramaturgo –con las mismas propuestas de sus inicios– desde el realismo de algunos de sus textos, como Yamaha 300, que pudimos ver en su estreno capitalino en un teatro universitario, hasta un sustento onírico y experimentaciones con el lenguaje y la construcción dramática, sin omitir rasgos de humor en las mismas acotaciones de algún texto, El náufrago del cielo. Las búsquedas formales y los temas duros de aceptar se dan en Un tour por el silencio, excelente ejemplo de un texto que une lo onírico con una cruel realidad, o en Acerca de la orfandad, en que trata el tema de la paternidad. Motel consta de varias obras cortas en que se explora el amor de pareja y la sexualidad.

También de El Milagro es la nueva colección de Teatro Emergente –que ya tuvo publicaciones el año pasado–, con autores en su mayoría jóvenes, aunque no es la generación, sino la manera de encarar la dramaturgia lo que define el calificativo. Embutidos, de Richard Viqueira, es una divertida sátira de una saga familiar con los personajes en forma, precisamente, de embutidos. Con La inocencia de las bestias, Verónica Bujeiro crea un mundo fronterizo entre lo bestial y lo humano, lo femenino y lo masculino, un tanto alarmante. Desaire de elevadores, de Alberto Villarreal, que ya tuvo una mala escenificación de la directora Tea Alagic en el contexto de Drama Fest, mezcla la soledad de los personajes con el origen de las especies. En esta misma colección, pero en coedición con la Universidad Autónoma de Nuevo León, El Milagro presenta la extraña Garap, de Vidal Medina, cuyo título puede tener tantas acepciones que se convierte en símbolo de una nueva religión, y Barbie girls, de Mario Cantú Toscano, en que el dramaturgo hace una ácida disección de un tipo femenino frecuente en la sociedad del consumo y el dinero.

El Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), dirigido por Rodolfo Obregón, combina la edición de libros con la de cedés y devedés. En el primer rubro está La estética de la dramaturgia de Emilio Carballido, en que la investigadora Socorro Merlín, tras hacer una semblanza del autor, analiza las obras La danza que sueña la tortuga, ¡Silencio pollos pelones, ya les van a echar su maiz!, El mar y sus misterios, Vicente y Ramona, Zorros chinos y Difuntos de fin de siglo con los mismos parámetros y con entrevistas a varios directores; el libro se complementa con un cedé que contiene un catálogo razonado de la obra de Carballido.

El CITRU elaboró, al alimón con el INBA, dos cedéroms coordinados por la subdirectora de Teatro Infantil y Juvenil del INBA, Marisa Giménez Cacho, en que se presenta una exhaustiva investigación de Francisca Miranda Silva acerca de los títeres de Rosete Aranda en el primero y de su continuador, Carlos V. Espinal e hijos, en el segundo, complementados por un tercero en que se muestra un programa de canal 22 de televisión. La investigación de Miranda Silva muestra la evolución del acervo con las nuevas tecnologías y da cuenta de libretos y música de ambos periodos, de la conservación y reparación de los títeres y muestra algunos de ellos. Se trata de unos cedéroms plenos de nostalgia, en un delicioso empaque que los hace también regalos muy apreciados.Y en devedé, el CITRU editó su Museo Imaginario del Teatro (que ojalá continúe) con la presencia y recuerdos de los fallecidos Héctor Gómez y Manuel Capetillo y de los afortunadamente vivos José Luis Ibáñez, José Solé y Miguel Sabido, entrevistados por Rodolfo Obregón y con resúmenes de la historia teatral del siglo pasado y afortunadas apostillas de la investigadora Josefina Brun.