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Fue agredido y sigue detenido, pese a retirarse los cargos en su contra, según su madre

Encarcelamiento de holandés en QR destapa tráfico de influencias y corrupción en penal
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 26 de diciembre de 2009, p. 22

Cancún, QR., 25 de diciembre. El encarcelamiento de un ciudadano holandés tras una riña y luego el intento de secuestro a su madre, dejó al descubierto el tráfico de influencias entre la clase políticas de Cancún y el autogobierno de reos que priva en la cárcel de la ciudad.

El 11 de octubre, el holandés Free Bronkhorst y un amigo se enfrentaron a la salida de una discoteca con Iván Ferrat Mancera y Juan Adolfo Montiel. El ca- so no habría pasado de anécdota si no fuera porque involucra a un hermano de Alain Ferrat, diputado local del Partido Verde Ecologista y a un hijo de Juan José Montiel, ex coordinador de seguridad del alcalde de Cancún.

Iván Ferrat resultó herido en la cabeza. A las pocas horas, Juan Adolfo Montiel y dos amigas, Mildred González Rubín y Otmara Cruz Cardona, interpusieron una denuncia por lesiones graves contra el holandés Free Bronkhorst, a quien culpaban de la agresión.

Casi de inmediato se giró una orden de arresto, decidida por el juez tercero penal de primera instancia, y el holandés fue apresado en Cancún. El 21 de octubre se le dictó el formal prisión por lesiones, sin derecho a fianza.

El caso se mantuvo así, hasta que la madre del holandés, Ana Fernanda Villaplán Díaz, de origen español, llegó a Cancún y consiguió un video de las cámaras de seguridad de la plaza Península, en el cual se muestra que los mexicanos fueron los agresores del holandés, y que éste, al defenderse, empujó a Iván Ferrat, quien al caer se golpeó la cabeza con una escalera.

El caso tomaba un giro diferente hasta que el 9 de diciembre cuatro sujetos intentaron secuestrar a Fernanda Villaplán en el centro de Cancún. La Policía Judicial del estado frustró el plagio pero el caso se convirtió en un escándalo.

El procurador de Justicia del estado, Bello Melchor Rodríguez y Carrillo, dijo que el intento de secuestro surgió por una orden desde la cárcel, pues Free Bronkhorst habría comentado entre los internos que su madre tenía dinero y venía a liberarlo.

Los captores dijeron que su idea era pedir dos millones de pesos de rescate pero Villalplán aseguró que en el momento que la secuestraron sólo le dijeron que iban a matarla, y puso en duda la versión del procurador.

Las únicas personas que sabrían que yo estaba acá son los que acusaron a mi hijo, dijo la mujer tras una conferencia de prensa, en referencia a la familia del diputado Alain Ferrat, quien negó cualquier relación con los hechos. Del caso se hizo cargo Ingrid Bosman, cónsul de Holanda, lo que obligó a la procuraduría a dar un giro al caso.

Los partidos opositores al PRI pidieron aclarar los hechos pero apuntaban a dos cosas: se trata de un típico caso de tráfico de influencias pues involucra a personas poderosas, y demuestra que en la cárcel sigue funcionando un autogobierno y se permite que desde allí se planeen delitos.

Ante la magnitud del escándalo, el diputado Alain Ferrat dio una conferencia de prensa con su familia, incluido su hermano, en la cual dijo que darían por reparado el daño que sufrió su hermano, para que la acusación al holandés quedara sin efecto.

El lunes 14 de diciembre hicieron ese trámite por escrito ante el juzgado y el procurador dijo que con esa acción y el video que mostraba los hechos se desvanecía la causa, y Free Bronkhorst pronto podía quedar libre.

La madre del holandés presentó el 16 de diciembre dos testigos que ratificaron que su hijo fue el agredido y manifestaron que la lesión de Iván Ferrat fue al caerse y no por un golpe.

Los testigos fueron David Caudillo, portero de la discoteca Rush, y César Marcelo Albarracín, jefe de personal del negocio.

Dos días después, la madre de Free Bronkhorst, inició una averiguación previa en el Ministerio Público del fuero común contra los dos testigos que habían apoyado la versión de Iván Ferrat Mancera y Juan Adolfo Montiel Blanco, por declaraciones falsas.

El caso se estancó y hoy, Gerardo Solís, abogado del holandés, informó que inexplicablemente, el jueves se decidió no otorgarle la libertad a su defendido.