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Se les acusa de cometer un fraude millonario

Emiten orden de captura contra los distribuidores de Vitacilina
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de diciembre de 2009, p. 12

El empresario de origen japonés Masaru Tsuru Kayaba y sus dos hijos de nombre Masao y Yasuo Tsuru Santa Rosa, accionistas de CIA-Compañía Internacional de Comercio, mejor conocida por comercializar la popular Vitacilina, enfrentan desde el pasado fin de semana una orden de aprehensión por ser presuntos responsables de un fraude millonario en perjuicio de la empresa Compañía Internacional de Comercio (CICSA), productora del ungüento, revelaron funcionarios del Poder Judicial del Distrito Federal. Se trata de un episodio de la disputa por el control total de la empresa.

De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Masao estuvo a punto de ser detenido este lunes afuera de las instalaciones de su empresa en la ciudad de México, pero logró burlar la vigilancia que realizaban los tripulantes de una patrulla de la policía judicial estacionada frente a la puerta principal de la compañía.

Aparentemente Masao Tsuru salió en la mañana de las instalaciones de CIA por una puerta trasera, en un automóvil blindado, sin que los agentes judiciales pudieran ubicarlo.

El padre y el hermano de Masao, Masaru y Yasuo, respectivamente, se encuentran fuera del país desde hace varios días, supuestamente por cuestiones financieras, según informaron ayer a La Jornada empleados de la compañía consultados por teléfono.

El delito que se imputa a los integrantes de la familia Tsuru es administración fraudulenta por más de 2 millones de pesos, el cual es grave y sin derecho a la libertad provisional bajo caución. Además, la PGJDF tiene pendiente otras tres averiguaciones previas contra los mismos empresarios por otros fraudes similares que sumarían cerca de 30 millones de pesos, indicaron las fuentes consultadas.

Durante el pasado fin de semana, el juzgado 26 de lo penal en la ciudad de México libró la orden de aprehensión en contra de los tres accionistas de CIA.

La medida cautelar deriva de una denuncia penal interpuesta por la representación legal de CICSA, de la que fueron ejecutivos de primer nivel Masaru, Masao y Yasuo, debido a que cuando los tres hombres de apellido Tsuru dejaron sus puestos para hacer frente a otros proyectos empresariales, se llevaron una docena de vehículos de lujo (entre ellos dos modelos Jaguar) propiedad de CICSA.

El antiséptico Vitacilina es una marca mexicana que vende 51 millones de dólares al año: 35 millones aquí y 16 millones en Estados Unidos, adonde llegó en 1974. Se incluye Vitacilina BB, el antimicótico Derman y Rocainol para dolores musculares. Allá goza de un extraordinario reconocimiento entre el mercado hispano, en buena medida porque los Tsuru supieron colocarse en la cadena Wal-Mart, la que fundó Sam Walton, que se ha convertido en un excelente escaparate.

Los orígenes de CIA datan de la década de los 20 del siglo pasado, con Kisu Tsuru, empresario médico que según la página de Internet de la propia firma importaba los productos desde su natal Japón para distribuirlos en México. En 1938 Tsuru fundó Compañía Internacional de Comercio que tiene bajo su cobijo los laboratorios KSK.