Economía
Ver día anteriorMiércoles 9 de diciembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Al alto índice de desempleo se suman los efectos de años de descuido a servicios públicos

Escenas tercermundistas en EU, como hambre, sin techo y agua contaminada

Robos a una iglesia en Georgia y familias completas en la indigencia en NY, otras imágenes

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de diciembre de 2009, p. 25

Nueva York, 8 de diciembre. Millones más solicitan asistencia gubernamental para abatir el hambre, miles más se quedan sin casa, se multiplican los casos de corrupción, más personas piden limosna en las calles, en la capital se registra un índice de sida aterrador y ahora millones beben agua contaminada. Cada día hay más escenas tercermundistas dentro del país más rico del mundo.

Los saldos de la crisis económica en Estados Unidos, donde la tasa de desempleo es de 10 por ciento (aunque la medida más amplia de desocupación es más de 17 por ciento) han intensificado las consecuencias de años de concentración de riqueza a expensas de las mayorías y el abandono gubernamental de servicios públicos, mantenimiento de infraestructura y hasta las tareas básicas de velar por la salubridad nacional.

Un informe divulgado hoy por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos –asociación nacional de alcaldes– reporta un incremento de 26 por ciento en solicitudes para asistencia alimenticia de emergencia en las principales ciudades del país. A la vez, el informe basado en un sondeo de 27 ciudades, encontró que en 19 de ellas se incrementó el número de familias que ahora se encuentran sin techo. En estos tiempos de una crisis económica histórica, los temas de hambre y falta de vivienda en Estados Unidos son más generalizados que nunca, declaró el alcalde de Sacramento, Kevin Johnson, en una conferencia de prensa al presentar el informe.

A la vez, y aun con todo el debate sobre una reforma de salud, se multiplican los casos de familias que tienen que optar entre pagar costos médicos o comida y/o renta. Y la salud se deteriora: el año pasado, el Washington Post reportó que se calcula que uno de cada 20 residentes de la capital estadunidense padecen de VHI, y uno de cada 50 tiene sida, tasas mayores que las de muchos países pobres, incluyendo algunos africanos y caribeños como Haití, en lo que los expertos llaman una epidemia moderna en Washington.

Ira popular porque los más ricos reciben fondos federales

Frente a todo esto, la ira popular continúa creciendo al percibir que los más ricos reciben miles de millones en fondos federales para rescatarlos de los resultados de su comportamiento irresponsable (como lo llamó el propio presidente Barack Obama), pero que fondos para crear empleos, apoyo para pagar hipotecas de vivienda, asistencia para costos de salud, fondos para educación y más aparentemente no ameritan tanta generosidad ni urgencia. Y por supuesto, muchos de estos problemas se deterioran por reducciones y anulación de los ingresos familiares por falta de empleo (unos 8 millones empleos se han perdido desde el inicio de la crisis económica).

Ante ello, Obama propuso hoy una serie de medidas para generar empleos, después de realizar una llamada cumbre de creación del empleo en la Casa Blanca la semana pasada. El presidente presentó iniciativas que incluyen usar una parte de los fondos del programa de rescate financiero para promover empleo en el sector de pequeña empresa, reducciones de impuestos para ese mismo sector, inversión pública en proyectos de infraestructura y apoyo financiero para que la gente invierta en hacer sus casas más eficientes en uso de energía, entre otras.

Obama señaló que hay una reducción en el ritmo de pérdidas de empleo, pero que aún no se ha logrado generar más empleo, lo cual representa una tragedia humana para los millones de desempleados. Pero advirtió que es limitado lo que puede hacer el gobierno ya que la creación de empleo finalmente depende de los verdaderos creadores de empleo: los negocios a lo largo de Estados Unidos. Pero el gobierno puede establecer los fundamentos sobre los cuales el sector privado puede mejor generar empleo, crecimiento e innovación.

A la vez, los casos de corrupción en todos los ámbitos se multiplican a tal nivel que un alto oficial de la Oficina Federal de Investigación (FBI) los consideró como la amenaza criminal número uno en Estados Unidos, reportó Reuters. John Gillies, agente encargado de la oficina en Miami de la FBI, declaró hoy ante empresarios que las investigaciones de corrupción de funcionarios públicos se incrementaron en más de 20 por ciento en los pasados cinco años, mientras que la corrupción empresarial –sobre todo la financiera– se disparó en más de 25 por ciento sólo en el último año.

Para lo pobres no hay tales opciones para jugar con millones de dólares en trampas financieras. Ahora se reportan cosas como el robo a una iglesia en Georgia, donde el responsable dejo una nota: Perdón, pero soy pobre. Perdóname, Señor.

Tan mal está la cosa aquí, que ni beber agua es seguro. Resulta que más de 20 por ciento de los sistemas de tratamiento de agua de Estados Unidos han violado las leyes sobre potabilidad, indicó esta semana el New York Times. Desde 2004 el agua entregada a más de 49 millones de personas ha contenido concentraciones ilegales de químicos como arsénico y hasta uranio, como también bacterias peligrosas ligadas a aguas negras, todo por falta de aplicación de las leyes por las agencias gubernamentales. Millones de casos de enfermedades en Estados Unidos están relacionados con contaminantes en agua de este país.

De repente, todo está al revés, y ahora se le tendrá que advertir a los turistas aquí que cuiden mucho su cartera, que no confíen mucho en un banquero o asesor financiero, ni tampoco en políticos y funcionarios públicos que podrían solicitar sobornos, que desafortunadamente verán mucha pobreza incluso a hombres y mujeres (a veces con niños) pidiendo limosna y durmiendo en las calles de Nueva York o cualquier otra gran ciudad, que tenga cuidado de contagiarse de alguna enfermedad especialmente si no cuenta con seguro de salud y, pues sí, aguas con el agua, mejor comprar un refresco hecho en México.