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Recibirá Víctor Jara funeral público en Chile

Será un homenaje con música y poesía, a 36 años de su asesinato por la dictadura de Pinochet

 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de diciembre de 2009, p. 40

Santiago, 2 de diciembre. Treinta y seis años después de su asesinato, el dramaturgo y cantautor chileno Víctor Jara será simbólicamente velado a la usanza criolla en la fundación que lleva su nombre, ubicada en la Plaza Brasil de esta capital, para luego ser llevado, nuevamente, al Cementerio General, en donde sus restos fueron exhumados.

Según dispusieron sus deudos, un poncho de color rojo con ribetes negros cubrirá el féretro en el que a partir de este jueves se depositarán los restos del artista, detenido horas después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y llevado al estadio Chile –que ahora lleva su nombre–, habilitado entonces como centro de detención por la dictadura de Augusto Pinochet. Allí fue torturado durante cinco días y luego asesinado.

Jara, uno de los creadores más importantes de la música popular chilena del siglo XX, será sepultado el próximo sábado. La familia decidió realizar un funeral público y masivo en el Cementerio General, de donde el cuerpo fue extraido el 4 de junio pasado, para practicarle un estudio que comprobó la verosimilitud de lo que se había dicho acerca de su asesinato.

Su cadáver fue exhumado por peritos del Servicio Médico Legal (SML), quienes enviaron muestras de ADN tomadas también a familiares del músico al Instituto Genético de Innsbruck. La institución austriaca confirmó que los restos son en efecto del también director teatral, y añadió que la causa de su muerte fueron múltiples heridas de bala en cabeza, tórax, abdomen, piernas y brazos. Los resultados del estudio fueron entregados a los medios de comunicación por el director del SML, Patricio Bustos, y al juez Juan Fuentes, quien investiga el asesinato de Víctor Jara.

La familia recordó que en 1973 fue sepultado el músico días después de que se halló su cuerpo torturado y acribillado en las cercanías del Cementerio Metropolitano, donde lo abandonaron sus verdugos.

Entonces, su viuda, Joan Turner, junto con otras dos personas, bajo vigilancia militar y policiaca, inhumó el cuerpo en un nicho del Cementerio General.

Ahora todo será distinto y el funeral será a la usanza criolla, como el cantante lo hacía junto con su madre, Amanda Martínez, a quien acompañaba a cantar en velorios. La idea es que sea un gran acto artístico, en el que habrá canto, música, danza y poesía, para marcar el último adiós a los restos de Jara.

La fundación que lleva su nombre organizó tres días de ceremonia ininterrumpida, la que tendrá lugar en el Galpón Víctor Jara, ubicado frente a la céntrica Plaza Brasil, al poniente de esta ciudad.

Acondicionaremos el lugar para que todos los artistas y las personas que deseen participar en este funeral lo puedan hacer dejando una flor, acompañándolo o rindiéndole un tributo, porque Víctor pertenece al pueblo, a todos aquellos que han seguido y admirado su obra, explicó Gloria Köning, directora ejecutiva de la Fundación Víctor Jara.

La también actriz dijo que esta decisión se tomó luego de acoger la propuesta de organizaciones que pensaban que debía hacerse un funeral público al músico, quien apoyó decididamente al gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende.

La nueva inhumación se rea- lizará el sábado 5 de diciembre a las 10 de la mañana, tras el recorrido de la caravana fúnebre desde el lugar del velorio hasta el Cementerio General.

Su viuda y sus hijas, Amanda y Manuela, aún no deciden si los restos volverán al nicho en el cual estaban o serán depositados en otro lugar del mismo panteón.

En el ámbito judicial, el abogado Hernán Montealegre anunció que pedirá en los próximos días que se sobresea el caso de su cliente, el ex conscripto José Paredes, único procesado en la causa, quien participó en el asesinato de Jara, porque a juicio del litigante, al acreditarse que el cantante murió por impactos de bala de diversos calibres, se descarta que sólo el arma de Paredes fuera la causante de la muerte, tesis muy discutible, según los expertos.

Al menos tres subtenientes y varios conscriptos tomaron parte en el asesinato del autor de Te recuerdo Amanda. El juez Juan Fuentes, quien instruye la indagatoria por el homicidio, comentó que los informes periciales entregados por el SML dejan al ex conscripto Paredes en la situación anterior. Tengo que estudiar los antecedentes y luego voy a resolver qué pasa con él, afirmó el magistrado.

Uno de los asesinos fue un individuo apodado El Príncipe, quien no ha sido identificado por el tribunal.

Pero para los grupos de derechos humanos, como la Comisión Funa, la identidad del oficial no es un misterio. Se trata, según la organización no gubernamental, del ex teniente de ejército Edwin Dimter Bianchi, quien ahora se desempeña como funcionario de la superintendencia de las Asociaciones de Fondos de Pensiones.

Incluso hubo ya una protesta frente al edificio del Ministerio del Trabajo, sede de esa superintendencia. Un grupo de 15 personas, incluyendo a la hija del artista, Amanda Jara, se dirigió al piso 14 para encarar al ex militar, quien comenzó a gritar pidiendo auxilio e intentó agredir a los manifestantes, los que sólo entregaron carteles y volantes a los compañeros de trabajo de Dimter Bianchi, con el objeto de dar a conocer sus antecedentes.

Dimter Bianchi, con grado de subteniente, formó parte de los militares sublevados en el llamado tanquetazo del 29 de junio de 1973, primer intento de golpe de Estado contra del gobierno de la Unidad Popular, durante el cual resultaron muertas 20 personas, entre ellas el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, quien filmó al soldado que le disparó antes de caer sin vida.

Dimter Bianchi fue detenido en aquella ocasión junto con el teniente coronel Roberto Souper y el teniente Raúl Jofré.

Los tres fueron liberados en el transcurso del golpe militar del 11 de septiembre y enviados a custodiar prisioneros al estadio Chile. Allí, El Príncipe vejó a detenidos, entre ellos Víctor Jara, quien –según testigos– fue requerido personalmente por Dimter Bianchi para ser torturado, luego de lo cual se vio al cantautor agonizante en un pasillo del estadio; más tarde fue asesinado de 48 disparos.

Hasta ahora, El Príncipe ha evadido a la justicia.