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Filtraciones de agua e invasión de espacios por taxistas, entre otros

Sigue arrastrando problemas la terminal dos del aeropuerto
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Casi 40 por ciento de los locales comerciales en esta área del AICM se encuentran desocupadosFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de noviembre de 2009, p. 17

Cuestionada por su tardanza y elevado costo de construcción –8 mil 596 millones de pesos–, la terminal dos (T2) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) concentra ya más de 40 por ciento de los 26.2 millones de pasajeros movilizados y de las 366 mil operaciones de despegue y aterrizaje que se llevan a cabo anualmente, a dos años de su funcionamiento.

Sin embargo, el complejo arquitectónico, que entró en operación el 15 de noviembre de 2007 –aunque fue inaugurado oficialmente por el presidente Felipe Calderón el 26 de marzo del año siguiente–, presenta, al igual que la terminal uno, filtraciones de agua que han obligado a impermeabilizar algunas zonas hasta dos veces este año. En temporada de lluvias se han reportado inundaciones en algunas zonas del estacionamiento vertical, y alfombras mojadas en el área de última espera. También se ha tenido que cambiar parte de las instalación eléctrica en varias zonas de comedores y de documentación.

Además, desde el día de su puesta en marcha, la organización de taxistas Sitio 300 ocupó sin autorización ni sustento legal una amplia zona del estacionamiento de la T2 para ubicar sus unidades y prestar el servicio. Desde el 24 de noviembre de 2007 está radicada en la Procuraduría General de la República la denuncia del AICM por invasión. A la fecha, el Ministerio Público de la Federación integra la averiguación previa AP/PGR/DF/SPE-XIII/5978/07-11. Sin embargo, todavía no hay ninguna resolución.

Con importantes avances y metas cumplidas en el manejo de pasajeros y operaciones, la T2 todavía tiene pendientes en materia de comercialización de espacios. De acuerdo con datos del primer semestre, debido a la crisis económica y las consecuencias derivadas de la alerta sanitaria por el virus A/H1N1, casi 40 por ciento de los 219 locales comerciales que se encuentran distribuidos en el área de comida rápida, ambulatorios, salas de última espera y mezanine se encuentran desocupados.

El 2 de septiembre pasado la cadena NH inauguró su hotel de cinco estrellas en la T2, el cual tiene una oferta de 287 habitaciones y una inversión de 270 millones, proyecto que sufrió constantes atrasos. Francisco Medina, director de NH para México y el Caribe, expresó su deseo de que el nivel de ocupación mejore a finales de año, sobre todo después de la caída de 60 por ciento por la epidemia de influenza. La escasa demanda provocó una disminución de más de 20 por ciento en sus tarifas.

Junto con la T2 se construyó el aerotrén, con el propósito de facilitar el traslado de pasajeros en conexión entre las terminales uno y dos. Ese sistema de transporte, totalmente automatizado y el primero en su tipo en América Latina, equipado con un sistema de circuito cerrado de televisión para garantizar la seguridad de los usuarios, según dijeron las autoridades del AICM, tuvo un costo de 1.6 millones de dólares.

En su bitácora tiene una lista de 53 fallas mecánicas y eléctricas y hasta una colisión, lo cual ha obligado a interrumpir el servicio por semanas, afectando a miles de pasajeros y personal de la terminal. Tras el choque del 30 de agosto pasado con un camión que daba mantenimiento al aerotrén, el servicio fue reanudado tres semanas después, pero sólo con tres de las cuatro unidades originales.

Así, la T2 cuenta con 23 posiciones de contacto directo con el edificio terminal y siete remotas, que atienden operaciones nacionales e internacionales. Empezó operaciones con Aeromar y Delta Airlines, incorporándose posteriormente Aeroméxico, Copa, Lan Airlines, Continental Airlines y Servicio Mexicano de Vuelos de Fletamento.

Con las dos terminales el AICM, que manejó 26.2 millones de pasajeros en 2008, ahora tiene capacidad para recibir 32 millones de usuarios. Por la crisis económica y la alerta sanitaria, este año cerrará con una cifra menor a la del año anterior.

Desde su inicios, en 1952, el aeropuerto capitalino no había tenido una ampliación y remodelación tan significativa como la que antecedió a la construcción de la T2, la cual se desarrolló luego del fracaso del entonces presidente Vicente Fox en construir una terminal aérea en Texcoco, estado de México.

Con la operación de la T2 el AICM aumentó 13 por ciento su capacidad, es decir, las operaciones de aterrizaje y despegue pasaron de 54 a 61 por hora. Sin la terminal dos hoy sería prácticamente inmanejable elaeropuerto, ha señalado su director general, Héctor Velázquez Corona.