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Medirá 113 metros de alto y 40 de diámetro; será encendido el 28 de noviembre

Centenar de trabajadores levanta en Reforma el árbol de Navidad más alto del mundo

Los sueldos hasta de 450 pesos atrajeron a personas de provincia y extranjeros, aseguran

Foto
La estructura metálica que sirve de basamento al gigantesco árbol de Navidad cubre totalmente la glorieta de la PalmaFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de noviembre de 2009, p. 33

Más de un centenar de trabajadores mexicanos y brasileños construyen el árbol de Navidad más alto del mundo en la glorieta de la Palma, en Paseo de la Reforma. Desde hace un mes levantan una estructura metálica de 113 metros de altura, 40 metros de diámetro y un peso de 330 toneladas, que empezó a vestirse ayer con réplicas pequeñas del Ángel de la Independencia, copos de nieve y figuras de notas musicales blancas sobre un fondo verde, que lucirán el 28 de noviembre cuando el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, encienda el interruptor.

La diferencia de idiomas no ha sido obstáculo para avanzar en los trabajos, aunque son los expertos brasileños, principalmente de Aracajú, quienes deciden la ruta crítica, ante la experiencia adquirida en su país en el armado de un árbol flotante, que en 2007 rompió el récord del más alto, con 110.1 metros, y ahora nosotros vamos a superarlo, comentaron algunos trabajadores de la obra, que omitieron su nombre, para evitar ser despedidos.

La firma de una cláusula de confidencialidad les impide dar información. Hacerlo, dicen, significaría nuestro despido y la pérdida de un salario de entre 350 y 450 pesos diarios, que en ninguna empresa constructora o comercial nos paga, por carecer de estudios que avalen nuestra experiencia soldadores, electricistas o técnicos, misma que hemos adquirido con el paso de los años, y ha pasado de una generación a otra.

Prueba de ello es que en esta obra monumental hay familiares que llegaron atraídos por el salario, pero desconocían qué estaban armando. Conforme pasaron los días, nos enteramos de que las arduas jornadas de ocho a 20 horas, de lunes a domingo, iban a convertirse en el árbol de Navidad más grande del mundo. Al principio nos dio miedo, aunque después nos impulsó a echarle más ganas, pues estamos por pasar a la historia, de ganar el récord Guinness, comentan.

Reconocieron que su participación es anónima, porque “no habrá ninguna placa con los nombres de quienes estamos aquí, pero basta con que nuestras familias sepan que participamos. Y el 28, cuando se encienda, podremos entonces gritar que nosotros colaboramos en la fabricación de este hermoso monstruo relleno de ocho kilómetros de luces periféricas, ocho millones de lucecitas, 24 campanas y 40 reflectores sky light”.

Entonces habrán valido las levantadas temprano, porque muchos tardamos de una a dos horas desde el estado de México hasta acá. La comunicación es a señas con los brasileños, que son unos chingones en esto de la armada, para dejarlo listo el próximo jueves, cuando comenzarán las pruebas pilotos, para corregir cualquier defecto o problema, principalmente con la electricidad, señalaron trabajadores.

Así la gente podrá disfrutar como si estuviera en Nueva York o Brasil, y olvidará por unos momentos la crisis, dijeron mientras comían en las cercanías de su lugar de trabajo. Una vez que termine esta labor habrá que buscar una nueva oportunidad o pedírsela a Los Reyes Magos, finalizaron entre risas.